Capítulo 29

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BONITA

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ARYA. 

Muchas veces, en distintas ocasiones escuchábamos a nuestro guía en sus frases que nos decía que hay algunos individuos auténticos y genuinos, gente que cae realmente bien desde el primer momento, empatizamos en cuestión de segundos debido a sus energías y personalidad sencilla, Sin embargo, en ocasiones, también tenemos que tener contacto e interactuar con personas que, aunque muchas veces no lo hacen con mala intención, nos irritan y molestan. En otras palabras, son gente insoportable.

Según nuestro guía Fernando, las personas que irritan a los demás tienen problemas con la empatía. Les cuesta entender que generan situaciones tensionantes o desagradables. Incluso muchas veces se sienten orgullosos de dar lugar a rechazos en otros y justifican ese rechazo en función de una cierta superioridad.

Cruella McDonald’s, sin embargo, hace todo agrade provocando que la odien, es como si a ella le gustara ocasionar eso en las personas y se alimentará no solo del odio, las rabietas, la discordia que arma entre los demás solo por diversión, no, la mujer vive para molestar, no se siente ella si no está por encima de las personas, pensé que era con su género, pero es que no discrimina a la hora de humillar.

Dos días llevo trabajando con ella y deseo tirarla por balcón, es demasiado demandante, exigente, obstinada, caprichosa, arbitraria, no obstante, es una mujer trabajadora que no sólo exige, se exige a ella misma para sobresalir y no dejarse amilanar por el sexo opuesto o cualquiera que desee pasar por encima de ella.

Desconfió de ella porque me genera una sensación de inseguridad y mi instinto me grita «Cuídate» no me fio de ella por algún motivo que no puedo explicar, pero debe ser el hecho al asedio que siente hacia mí familia. 

Sin embargo, me esmero por cumplir con mis obligaciones diarias llegando muy temprano en la mañana antes que ella llevando un vaso de café Caramel Macchiato y bajo en azúcar, en la recepción saludo a la chica amablemente y tomó el periódico además de las revistas que todos los días dejan para ella, las puertas se abren he ingreso con los demás que esperan también

—Piso 65 por favor 

Tengo las manos ocupadas y me ayudan presionando el botón mientras desesperada no dejo de mover mi pierna queriendo llegar rápido, me acosté muy tarde ayer porque tuve una cita con un cliente que prácticamente le rogo para que le facilitara el préstamo y ya saben cuál fue su respuesta.

Desde que esa mujer no vea ganancias con grandes números para ella y su empresa, no se arriesga a nada y no por miedo, es por lo fría y calculadora que es.

—Matina Buenos días —saludo a su secretaria y mi compañera de trabajo—¿Dime que no ha llegado por favor?

—Tranquila que no–sonríe —pero no debe tardar así que apúrate. 

Ingreso a su oficina organizando su espacio, dejo todo como le gusta encontrarlo y su café que no le puede faltar, llevo dos días trabajando con ella y me he adapto a su ritmo que es imparable, voy a la ventana y abro las personas porque no le gusta la luz artificial además de bajarle la intensidad al aire acondicionado porque dice que le lastima la piel. 

Escucho el sonido de unos zapatos además de sentir que abren la puerta y me giro pensando que es mi jefa, pero me encuentro con una de sus amigas. 

—Buenos días—se quita las gafas mirándome de arriba abajo sin contestarme—como puede ver la señora Cruella no está por lo que debe abandonar su oficina. 

PLACERES CULPOSOSWhere stories live. Discover now