PLACERES CULPOSOS

Parte 18

GIPSIS EXTASIS

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CRUELLA.

Soy el tipo de mujer que no le gusta perder, soy aquella que le gusta mantener el control y el mundo a sus pies, no permito que nadie pase por encima de mí y mucho menos que una arrastrada se crea con el derecho de venir a golpearme y amenazarme en mis terrenos creyendo que me quedaré de brazos cruzados.

Observó en el espejo mi mejilla y mi labio partido con una ira que me hacen apretar mis manos en puño, enterrándome las uñas en la palma de mi mano en el proceso, tengo tanta ira que soy capaz de lo que sea por ver a esa arrastrada a mis pies rogando por un poco de misericordia.

Se atrevió a golpearme, se atrevió a ponerme una mano encima sin importarle lo que yo soy, a Cruella McDonald nadie la toca, la mira o posee cuando quiere y esa perra tuvo la osadía de enfrentarse a mí y lo peor de todo ganarme.

Nunca nadie había llegado tan lejos y esa poca cosa tuvo el descaro de partirme el labio y dejarme como una estúpida delante de su hermana y el mío, es que nunca se lo voy a perdonar y juro que de esta me desquito cuésteme lo que me cueste.

—Cruella —es la voz de Demian—¿mi amor donde estas?

—Voy a matarla—aplicó maquillaje en la zona para que no sé note —Juro que esa basura va a conocerme porque evidentemente no sabe quién soy.

Demian se apoya en el marco de la puerta, cruzando se de brazos y riéndose de mí, es que lo odio a él también por idiota, no me defendió y estoy segura que si esa mujer me hubiese golpeado delante de Dracco, las cosas serian muy diferente, pero aun estoy a tiempo de cambiar eso.

—Es curioso verte así—sonríe —por primera vez alguien te puso en su sitio.

—Vete a la mierda Demian—le grito tirándole la espuma de maquillaje—Largo de mi oficia.

—Sabes que te amo Cruella pero eso no quiere decir que esté de acuerdo con tu actitud —busco otro con que aplicarme maquillaje, necesito cubrir ese golpe, muero si alguien lo nota, siempre debo verme espectacular —debes aprender que las personas no son importantes por el dinero—ruedo los ojos con el mismo sermón, que fastidio —y también debes comprender que no eres la única fiera en la selva, hay leonas mucho más bravas y salvaje que tú.

«Brava» esa estúpida va a saber quien manda aquí.

—Eso está por verse —contestó guardando todo en la cartuchera—Vamos a ver si esa perra puede conmigo.

—¿Lo vuelves personal hermana? —sonríe cuando pasó por su lado, pero toma mi mano —no seas caprichosa y deja a esa mujer en paz —revisa el golpe—¿Duele?

Hago un puchero asintiendo, cuando Demian me cuida de esa forma es imposible no sentirme mimada, besa mi mejilla acariciándola después, me vuelvo más consentida y solo quiero que me abrace y me conoce también que es lo que hace.

—¿Estas mejor?—pregunta besando mi hombro.

—Lo estaré cuando esa mujer, la tenga de rodilla pidiéndome perdón.

Sonríe negando con la cabeza.

—No cambias nena, déjala tranquila que ya bastante tiene esa familia con Dracco utilizando a Ava, para que tu también te unas al grupo.

—No me importa —voy por mi bolsa—quiero lágrimas de sangre.

—Cruella espera—no le prestó atención—Cruella.