PLACERES CULPOSOS

Parte 15

BOX

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DRACCO

Libero el aire contenido dándole otro sorbo a mi vodka mientras desde el balcón observó el cielo estrellado pensando en lo que no debo, a pesar de buscar a una de mis tantas amantes Katrina no logro satisfacerme como lo hace ella y es extraño porque con cualquiera disfrutaba del sexo ampliamente.

La deje ir porque volverá, y cuando lo haga estará dispuesta con todas sus culpas o lo que sea, a entregarse a mí por completo, dejo la copa vacía en el borde en tanto mis pensamientos se dirigen a toda ella, toda por completo y a pesar de disfrutar de verla sufrir al entregarse a mí, también es cierto que comportarme como un maldito acosador o demente que obliga a una mujer a estar con él, no es mi estilo, ella me lleva al limite por eso hice lo que hice, pero ahora las cosas serán distintas porque será ella quien venga a buscarme.

Los brazos de la mujer con la que acabo de tener sexo rodean mi cintura y me apartó de ella ingresando por mi ropa.

—¿Pensé que te quedarías? —habla estando detrás de mi

—Nunca lo hago, ¿porque lo haría ahora?—en menos de nada estoy vestido

—Me buscaste después de mucho tiempo, pensé que..

—Pensaste mal—tomó mi chaqueta —nos vemos Katrina.

—Eres un maldito Dracco—grita histérica

—Lo sé.

No se que esperan de mi cuando sabe a la perfección que solo sexo se le puedo ofrecer, mi segundo movimiento esta listo y recibir la llamada de Edmond indicándome que el hermano y el padre de Ava estaban en su oficina me facilitan las cosas.

Debo encargarme de la construcción de los San Miguel que son otro problema el culo y dejó aparte las noticias sobre el desalojo que no me interesa, voy a la casa que comparto con mis hermanos y me encuentro con la nana que me abraza efusiva como si fuera mi madre.

—Mi niño—besa mi mejilla, dejo que lo haga porque es de las pocas personas que no me caen mal—te extrañe muchísimo, ¿tienes hambre?

—¿Mis hermanos están? —organizo mi atuendo.

—Solo esta Demian comiendo en la mesa.

—¿Y Cruella?

—No se hijo, ve siéntate que te llevare algo para que comas, estas muy flaco—me repara—que has estado haciendo todos estos días Dios santo.

Follando a lo loco...

Cosa que deseo hacer en este momento, de hecho no estaria aqui, si no disfritando de su piel suave y dulces gemidos que me endurecen mas la polla que se me pone dura de solo pensar en ella.

—Te acordaste que tienes familia—Deman deja a un lado su plato—me has dejado solo sabias.

—No seas marica Demian que ya estas muy grande—bebo de su copa de vino.

—Soy tu hermano menor y tu deber es protegerme toda la vida—ruedo los ojos, lo sensible que debe tener Cruella lo heredo Demian—¿que haces por aquí?

—Es mi casa que recuerde—bebo todo el contenido de la copa.

—Dejaste a Ava—pregunta sirviéndome otro poco.

—No te interesa—soy hostil, no me gusta que se metan en mis asuntos.

—Es de mi incumbencia cuando por primera vez una mujer pone así al insensible de mi hermano—sonríe—te conozco Dracco y esa hembra te hace sentir.