Capítulo 34

1.3K 132 36
                                    

Sin pensarlo mucho, se teletransporto cerca de la plaza, donde siempre solía estar Gabriela, y allí la encontró con una bolsa llena de panes, acercándose tranquilamente hacia una casa. La rubia no tardo mucho en alcanzarla y agarrar su brazo con fuerza, Gabriela la miró enseguida y alzó una ceja.

-¿Qué haces? - cuestionó mientras intentaba zafarse del agarre de Helena - Sueltame.

-No hasta que me digas que mierda te hice yo.

-Pero ¿Qué dices? - Gabriela la miró confundida.

-¿Por qué le dijiste a Alma lo que tenemos Camilo y yo? - preguntó la chica cegada por la furia - ¿Querías estropearlo todo?

-Chica, estas loca - después de varios intentos consiguió apartar la mano de Helena - Yo no he dicho nada, ni siquiera sé lo que tenéis Camilo y tu, no es mi problema.

-Mentirosa...

-Cada vez me das más razones para pensar que Camilo merece algo mejor - la interrumpió Gabriela cruzando los brazos - Lo que pasé entre ustedes no me importa, lo que Alma te haya dicho me da exactamente igual. ¿Puedes dejarme en paz? Tengo que llevarle estos panes a mi abuelo y lo último que quiero es hablar contigo.

Helena se sintió algo confundida mientras sentía la mirada de desdén de Gabriela.

-Entonces... ¿No fuiste tú? ¿De verdad?

-¡Pues claro que no fui yo! - Gabriela rodo los ojos - ¿Crees que mi vida es tan aburrida como para tener que estar pendiente a la tuya? Que ridícula.

Helena no supo qué más responder, así que se limitó a observar como Gabriela se alejaba de ella y entraba en la casa. Entonces las dudas comenzaron a brotar de nuevo en la chica. ¿Quién le habría contado aquello a Alma si no había sido Gabriela? Era la única persona que se imaginaba capaz de dañarla...

De pronto, por la misma puerta por la que entró Gabriela salió Camilo con una expresión de confusión, al ver a Helena se acercó a ella.

-¿Helena? ¿Qué haces aquí?

Sin poder evitarlo, una lágrima recorrió la mejilla de la chica.

-Camilo... - Helena lo miró con tristeza - Tu abuela vino a visitarme, sabe todo lo que tenemos tu y yo y me está obligando a irme de aquí para que te puedas casar con Gabriela... Yo de verdad pensé que ella se lo había contado a tu abuela para estropear lo nuestro... Pero resulta que no y no sé qué hacer, Alma no parará hasta que nos vea separados.

Camilo escuchó a Helena muy atentamente y cuando termino soltó un suspiro mientras se acercaba a la rubia para abrazarla.

-Esa no fue Gabriela, fue Dolores - anunció - lo escucha todo y no me extrañaría en absoluto que mi abuela le pidiera que nos escuchará.

-¿Dolores? - Helena se limpió la lágrima de su mejilla - ¿tu hermana haría algo así?

-Mi hermana hace de todo con tal de ver a mi abuela feliz - Camilo cruzó los brazos - Tenemos que pensar algo, porque no vas a irte a ningún lado...

Camilo Madrigal.Where stories live. Discover now