Capítulo 11:

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Helena escuchó los pasos de Alma mientras está bajaba las escaleras, sin dudarlo se escondió detras de un armarió para que no la viera. Cuando la abuela ya había pasado la puerta de salida, la chica se acercó corriendo a una ventana y se asomó por ella con mucho cuidado de que no la descubrieran. Alma se acercó a Bruno. 

-Buenas noches - le saludo - Sé que es muy tarde, pero quería hablar esto contigo sin que nadie se enterará... es muy importante que la familia se mantenga al margen de esto por un tiempo. 

-¿Qué a pasado? - Bruno tenía una expresión de miedo. 

- Necesito una de tus visiones - explicó - Sabes que Helena tiene un poder, abre portales, no sabemos quien es realmente ni de donde sacó ella esos poderes que tiene... Necesito una de tus visiones para saber si es peligrosa o no...

-¿Si tienes tanto miedo porqué la dejaste que se quedará? -cuestionó Bruno con cierto alivió, al saber que lo que peligraba no era la magia. 

-Porqué no podemos permitir que se vaya sin saber primero quien es...

-¿Y si descubró que es un peligro que haras? - preguntó.

-Haré lo que tenga que hacer Bruno - respondió Alma con un tono severo - En esta familia no llevamos años cuidando de nuestro pueblo para que una forastera cualquiera nos desmonte toda la confianza que ellos han puesto en nosotros. - la señora vió la confusión en el rostro de su hijo y continuó - Algunos en el pueblo piensan que nosotros le concedimos el don a Helena, que nuestro milagro es capaz de dar poder a personas que no son de la familia Madrigal y que lo estamos ocultando para nuestro propio beneficio, no podemos permitir que todo lo que hemos construido se desmorone de golpe ¿lo entiendes? 

Bruno vaciló unos segundos hasta que agachó la mirada y sacó una bolsa de tela de su bolsillo.

-Bien...

Helena vió desde la ventana como Bruno exparsia la arena alrrededor de ambos y luego cogía de las manos a su madre. Unos segundos después, los ojos de Bruno se volvieron de un verde brillante y la arena que había exparsido antes, comenzo a elervarse y volar en circulo alrededor de ellos con un humo verde bastante raro.

La rubia lo vió todo con gran asombró. Unos minutos depués todo se detuvo y Alma se veía con un rostro preocupado, también vió que Bruno sostenía un crital verde en sus manos, pero no alcanzó a ver de que se trataba. Ninguno intercambió una palabra, Alma cogió el cristal y caminó hacía la casa con aparente preocupación. Helena se escondió enseguida y cuando la abuela ya se había alejado subió corriendo a su habitación muy enfadada. Se encerró en la habitación con Mirabel, que ella aún dormía y saco de debajo de su almohada una pequeña libreta sucia y marrón. Abrió la libreta y en ella describió todo lo que había pasado y todo lo que Bruno le había contado. Una vez estuvo todo escrito, volvió a guardar la libreta y se quedó allí , sentada con los ojos perdidos en un punto, los labios apretados y su rostro inexpresivo. Se quedó sentada hasta que amaneció...

Camilo Madrigal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora