Capítulo 6:

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Al día siguiente, Helena había salido de la casa Madrigal para dar una vuelta, puesto que estaba cansada de las constantes preguntas que Maribel le hacia. Durante su paseo, una niña se acercó a ella y la agarró por su vestido para detenerla. 

-¿Eres la nueva? - preguntó 

-¿Disculpa?

-¡Eres la chica turista que vive con los madrigales! - gritó y Helena sonrió tiernamente - Por el pueblo se rumorea que tu tambien tienes un super increible don.

-Pues... Si, supongo que yo también tengo un don - respondió 

-¿Cuál es? - De repente un grupo de 6 niños de edad aproximada a la primera niña se unió a la conversación -¡Enseñalo!

Helena alzo los cejas al ver la rapidez de los niños al unirse y sonrió incomoda al sentir los ojos de estos clavados en ella. Antes de que Helena pudiese enseñar su don, la voz de Alma los sorprendió a todos.

-Hola niños - se puso al lado de Helena y se dirigió a los niños con un tono suave - Sé que todos teneís muchas ganas de saber sobre nuestra nueva amiga, pero ahora mismo esta muy ocupada así que, en otro momento os hablará de su don. - Dicho esto, cogió a Helena del brazo y la arrastró lejos de los niños. - Lo hemos estado pensando y hemos llegado a la conclusión de qué tenemos un trabajo para ti. - La rubia escuchó atentamente - Luisa tiene el don más reclamado en este pueblo y no queremos que se sienta agobiada ni mucho menos que carge demasiado, tu la ayudarás a acabar sus tareas más rápido.

-¿Y cómo la puedo ayudar yo? - preguntó Helena. La abuela se detuvo frente al corral de los burros, allí estaba Luisa con 3 burros en brazos.  

-Puedes teletransportar, has que llegue a todos los sitios más rápido - explicó la abuela. 

Helena la miró de reojo y luego volvió su mirada a Luisa, la cual ya había soltado a los burros y se acercaba a ambas mujeres. 

-Hola abuela y hola Helena - Luisa sonrió.

-Cariño, ya tienes una compañera de trabajo, ella te teletransportara a todos los lugares que desees. 

-¿De verdad? - Luisa miró a Helena con ilusión y esta le dedicó una sonrisa forzada - Necesitó ir al colegio, se ha caído un arbol y lo tengo que retirar. 

Luisa y Alma miraron a Helena espectantes y la chica suposo que las miradas eran para que hiciera su trabajo. Suspiró, extendió manos y dedos frente a ella, y después de un movimiento de brazos, frente a ella apareció un portal, igual al de la ultima vez, la diferencia era que en este, el interior se veía el colegio del pueblo. Luisa se acercó y Alma la detuvo con la mano, entonces fue la abuela la que se acerco al portal, miró muy fijamente el interior y lo paso con desconfianza, al ver que no pasaba nada, Luisa fue detrás y por ultimo Helena.

-¡Qué pasada! - festejó Luisa al ver que habia llegado al colegio en menos de dos pasos.

Alma sonrió y miró a Helena.

-Pues espero que os lleveís bien, porque vaís a pasar juntas mucho tiempo. - dicho esto, se alejo hacia su casa.

Luisa tampoco esperó mucho tiempo y fue corriendo a coger el arbol que había caído en el amplío recreo del colegio y lo apartó llevandolo a un lugar menos molesto.

Así pasaron el día, Helena aburrida esperando a que Luisa acabará sus tareas, haciendo portales de un lado a otro del pueblo. Realmente no le caía mál Luisa ni mucho menos, pero se centraba tanto en sus deberes que era practicamente imposible hablar con ella... 

Camilo Madrigal.Where stories live. Discover now