Capítulo 33:

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Cuando llegó la noche y Camilo ya se había ido, Helena se acostó en su sucia cama con una sonrisa en su rostro, una sonrisa que no había desaparecido en toda la tarde que había pasado con él.

Cuando sus ojos comenzaban a cerrarse por el cansancio, el sonido del timbre la hizo reaccionar de inmediato, se levantó y se acerco a regañadientes hacia la puerta. Al abrirla, se sorprendió al encontrarse con Alma, muy seria... Incluso enfadada.

-Buenas noches, Alma - saludo Helena algo confundida - ¿Qué tal..?

Alma entro en la casa sin decir una sola palabra, cuando estuvo dentro miró a Helena y a la rubia se le corto la respiración por un instante. Aquella mirada pondría nervioso a cualquiera.

-Dejemos los saludos a parte - habló Alma al fin - Tu y yo tenemos una conversación muy importante. - Helena cerró la puerta lentamente y la miró con confusión - Sé lo que ha pasado con Camilo, sé que ahora mismo estáis en una relación extraña que tiene que acabar - Helena se sintió más confundida aún - No te lo tomes a mal querida, pero mi nieto no puede salir con la traidora por la que casi perdemos nuestros dones, él merece algo más, y ambas lo sabemos. Merece alguien que no mienta, alguien con principios, alguien que no desaparezca de un día a otro.

-¿Alguien como Gabriela?

-Exacto - la mujer asintió - Querida, he venido a hablar contigo por tu bien, ¿Cuanto crees que durará lo tuyo con Camilo? Yo no les doy ni una semana, tarde o temprano él se dará cuenta del terrible error que ha cometido.

Helena se sintió realmente mal en aquel momento, ni siquiera entendía como le había dado tiempo a aquella mujer para enterarse de lo que Camilo y ella habían estado hablando aquella misma tarde.

-Creo que... Camilo es lo suficientemente mayor como para decidir con quien quiere estar, no puedes controlarlo todo..

-Estoy hablando las cosas bien contigo Helena, querida, no me hagas enfadar ¿si? - Alma la miró con más odio aún - Quiero que te alejes de mi familia, que dejes a Camilo en paz y que te vayas del encanto, pero esta vez para siempre.

-No puede echarme...

-¿Estas segura de eso? - Alma sonrió con malicia - Haré todo lo necesario para que mi familia siga adelante, para que Camilo se case con quien debe y para proteger mi milagro. - Dicho eso, Alma caminó hacia la puerta y la abrió, pero antes de atravesarla miró a Helena una última vez - Te doy 2 días para que dejes esta casa, tu trabajo e inventes una buena escusa para que Camilo no te espere ni tenga esperanzas de que vuelvas, cuando hagas todo eso, espero no tener noticias tuyas.

Salió de la casa y cerró la puerta tras ella dejando a Helena sola y confundida. No había tenido el valor de enfrentar a Alma cuando tuvo ocasión y tenía miedo, miedo de que Alma consiguiera su objetivo y separar a Camilo de ella.

Después de unos momentos de reflexión, Helena comenzó a replantearse muchas cosas, como por ejemplo, quien le habría contado a Alma lo de Camilo y ella. En su mente solo apareció el nombre de Gabriela, pues el único momento en lo que ella y Camilo se habían separado aquella tarde, era porque él había prometido a Gabriela acompañarla a ver a su abuelo.

La ira recorrió el cuerpo de Helena al imaginarse a Gabriela contando todo a Alma solo para fastidiar la vida de la rubia...

Camilo Madrigal.Where stories live. Discover now