Capítulo 27:

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Helena y Camilo se pasaron un días contándose todo lo que les había estado pasando durante aquel año, se lo pasaban muy bien juntos, Helena sentía que todo estaba como antes, antes de su traición y de irse... Pero no podía evitar sentir que, aunque Camilo lo intentaba, algo había... No sabía el que, ni si era bueno o malo, solo sabía que había algo, algo en la cabeza del chico que no parecía tener intención de contar. Sin embargo, Helena no quiso preguntar, no quería estropear las cosas y ella también tenía cosas en su cabeza que no se atrevía a contar, como aquella vez que declaró su amor por Camilo, parecía que él había olvidado eso... O al menos esa sensación tenía ella.

Alma había dejado a Helena quedarse con los Madrigal todo el tiempo que necesitará, era extraño para la rubia que aquella mujer fuera amable con ella, pero le gustaba.

-¡Hola Helena! - la rubia giro la cabeza para encontrarse con Mirabel - ¿quieres acompañarme a por un paquete?

-Pues... Si, claro - Helena sonrió.

Ambas comenzaron a caminar hacia el pequeño edificio de Correos donde Mirabel entró junto a Helena y recogió un pequeño paquete.

-¿Ese es el paquete? - cuestionó y Mirabel asintió - Creía que sería algo más grande...

-No no, solo quería que me hicieras compañía - respondió rápidamente.

Helena alzó una ceja, le parecía algo raro que Mirabel quisiera su compañía, al fin y al cabo, ellas tampoco habían tenido oportunidad de hablar mucho, pues Mirabel estaba ocupada ayudando a Bruno con su novia secreta y Helena buscaba muy insistentemente aquella visión, aún así, no dijo nada.

El camino de vuelta, Helena vio a lo lejos a Camilo en una pequeña tienda de limones y quiso acercarse a él.

-Mirabel ¿te importa si te veo luego? Es que me gustaría hacer una co...

-¡No! - dijo tan rápido que Helena apenas había podido terminar la última palabra - Osea... - hizo una pausa para colocarse las gafas - es que yo... ¡Me duele la pierna! Necesito que me acompañes porque tengo un dolor fatal y...

-Bueno te puedo abrir un portal para que llegues antes...

-¡Es que necesito caminar y...! - Mirabel trago saliva - Quiero caminar, por favor...

Helena se limitó a asentir con la cabeza. No entendía nada, ¿por qué tenía tanto interés Mirabel en que Helena la acompañará? No lo quiso pensar mucho, pues no quería mal pesar las cosas.

Los días siguieron pasando y Helena sentía que el único momento del día en el que podía estar totalmente sola era por la noche cuando dormía, porque durante el día siempre había alguien que la necesitaba para algo. Eso en realidad no le molestaba del todo, pues se sentía útil, pero el problema era que apenas tenía tiempo para hablar con Camilo. Además, le resultaba extraño, porque todos los Madrigal la necesitaban para cosas que podían hacer ellos perfectamente.

Camilo Madrigal.Where stories live. Discover now