Nuestro lugar especial.

Treinta y cuatro

Pau*

Han pasado cuatro días desde navidad, a la Reni le dan de alta hoy, por fin.

Con el Cris no nos hemos movido de la clínica ninguno de estos días, nuestras familias entendieron el porqué, después de todo hemos crecido juntos.

Ahora estoy con mis papás en la sala de espera ya que el Cris fue a su casa a bañarse, ni me imagino como debe estar él, después de todo no nos han dicho mucho sobre el Adam, solo que está grave.

Algo que me sorprendió un poco, es que el Fabián no ah aparecido por aquí ningún día, incluso vino el Javier a ver cómo estaba.

Estar en esta sala se me vuelve cada día más angustiante, se que lo más probable es que a nadie le encanten los hospitales y mucho menos en esta situación, pero de verdad espero que todo se solucione y no volver en mucho tiempo.

Se me apretó el pecho cada que recuerdo la llamada que me llego el veintitrés de diciembre, o sea hace menos de una semana.

Flashback*

Estoy terminando el regalo que le voy a dar al Javi mañana en la mañana, nos vamos a juntar temprano para estar un rato juntos y luego estar con nuestras familias.

Antes de que pudiera sellar el sobre en donde metí uno de los mangas que viene queriendo de antes de incluso que empezáramos a hablar, se pausó la música por una llamada.

Me reí al pensar que casi nadie sabe lo otaku que es el Javi.

Vi quien era la persona que me llamaba y me sorprendí al ver el nombre de la Reni.

Pero si está weona está viajando todavía según yo.

En ese momento se me apretó un poco el pecho conteste como si nada fuera a pasar.

—¿que wea el tío se teletransporto o me extrañas tanto que quieres de mi compañía en el viaje?— pregunté bromeando pero no me calmé.

—¿Eres paula verdad?— pregunto una voz masculina.

—¿quien habla y porque tienes el teléfono de mi amiga?— pregunté en respuesta un poco a la defensiva parándome de la silla de mi escritorio.

—tranquila no le eh hecho nada a tu amiga, hermana, prima o lo que sea de ti, lo qué pasa es que necesito contactarme con algún familiar o cercano— respondió nuevamente la voz masculina.

Se escuchaba mucho ruido y la voz del tipo estaba un poco agitada lo que hizo que me pusiera aún más nerviosa.

Antes de que pudiera responder algo más a lo lejos se empezaron a escuchar sirenas, sirenas de ambulancia.

Creo que eran más que sólo de ambulancia pero fue lo único que escuché antes de que mi pecho se apretara y empezaran a brotar lágrimas de mis ojos.

—mira se me acaba el tiempo porque la ambulancia está llegando porque la llevan a ella y a dos hombres al hospital porque sufrieron un accidente automovilístico, me iré con alguno de ellos en la ambulancia, ¿puedo dar este número en el hospital?.

Como pude tuve que hacer que me saliera voz —si obvio, yo llegaré al hospital en un rato.

Fin flashback*

Eso pasó y cuando llegaron al hospital fui con mi mamá y el Cris porque sus papás no pudieron llegar al mismo tiempo, la angustia durante las siguientes catorce horas no se la deseo ni a la peor persona de este mundo.

Mi papá salió a hablar por teléfono ya que el es el que se ah estado contactando con los familiares de los chiquillos, hoy cuando den de alta a la Reni se irá a su casa en donde la va a cuidar su tía, la mamá del Adam.

Mi mamá se sentó a mi lado con un café en la mano luego de que la llamaran para darle información del tío.

—¿y?, ¿como sigue?— pregunte ansiosa.

—despertó ayer, tiene una fractura interna en el brazo izquierdo que por lo que me dijeron va a demorar bastante en sanar, no le encontraron ninguna lesión cerebral hasta el momento pero me dijeron en un ratito ya va a poder recibir visitas, aunque se va a quedar aquí un par de días en observación por si acaso, después de todo estuvo cuatro días en coma— informó mi mamá y sentí un pequeño alivio.

No me imagino como de debió sentir al despertar y ver que estaba en un hospital sin su hija ni su sobrino.

—quiero pasar a verlo, eh crecido con el y siempre le eh dicho que nunca se va a librar de mi, mucho menos ahora— mi mami asintió y me abrazó por los hombros.

—eri tan buena amiga tu, te eh criado bien parece— dijo casi en susurro.

Pasó al rededor de media hora y avisaron que ya podíamos pasar a ver al tío Alex, por lo que fui la primera en entrar ya que la mamá del Adam aún no llega.

Cuando entré la vi conectado a la misma máquina que estaba conectadas Reni, también con suero y anda a saber tú que más le estaban inyectando.

Cuando me vioyno supe descifrar su expresión, supongo que fue una mezcla de sus emociones.

—hola— dije bajito acercándome a la silla que está al costado de su camilla.

—¿como están?— fue lo único que preguntó.

¿Que chucha le digo? Ni se que le habrán dicho, ni se si debo decir algo, tampoco se si puede recibir noticias como la del Adam.

Debí pensar esto antes de entrar.

—¿que le dijeron?— pregunté antes de cagarla.

—solo se que ambos están aquí, no se sus estados ni nada de ellos, dijeron que debo descansar pero necesito saber cómo están, por favor dime algo al respecto— dijo en un tono de casi súplica que me apretó un poco el pecho.

—hoy le dan el alta a la Reni, en un par de horas, la va a cuidar la mamá del Adam en la casa de ustedes— informe y me quede en silencio pensando en cómo hablarle sobre el Adam.

—eso ayuda un poco, va a estar bien con su tía, ¿y el Adam?, ¿que dijeron sobre el?.

—tío le seré sincera, no sé, no nos han dicho mucho.

Sus ojos se cristalizaron y se me apretó aún más el pecho.

—gracias mi niña, necesitaba saber de mis hijos— se detuvo apenas dijo eso y me miró.

—si entendí, ¿lo dejo solo?, quería saber como estaba pero si quiere su espacio lo entiendo.

—gracias, no podría responderte como estoy, solo se que me duele mucho el brazo y algo la cabeza— tomo un poco de aire para continuar— pero necesito estar solo un rato, antes de que le den de alta a la Reni, ¿le podrías decir a la Jenifer que me pase a ver?— pidió y quede confundida.

—¿quien es ella?— se le formó una leve sonrisa, supongo que por mi cara de confusión.

—es la mamá del Adam, la tía de la Reni.

—ah entonces no se preocupe, yo le aviso, ahora intente descasar que usted sabe lo que tiene en el brazo a si que no sea porfiado— este volvió a sonreír y asintió.

—ustedes dos son tan iguales— dijo antes de que saliera de la pieza y volviera a esas incómodas sillas.

Lo bueno es que ya había llegado el Cris por lo que me fui a sentar junto a él.

—¿es normal estar nervioso por conocer a mi suegra ahora? Aunque no se si sabe que es mi suegra.

—¿no la conoces?

—no po aweona.

Me reí un poco y luego nos pusimos a conversar hasta que llegara la tía de la Reni.

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Holiii, volví con un poquito mas de la Pau y espero les guste🫶🏼