Diecinueve

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Reni*

¿Sigo sensible? Si.

Ayer no se en que momento me dormí pero cuando desperté el Bucky con mi papá estaban en mi pieza.

Mi papá notó que no quería hablar a si que solo me hizo compañía y nanai.

Despues de comer y todo eso como a las diez llegó el Adam con la pijamada.

Eso lo inventamos cuando mi mami falleció, en los días que peor me sentía el me hacía compañía toda la noche.

Cuando el se fue a vivir con nosotros pasó lo mismo, el extrañaba a mis tíos y yo llegaba con algunas cosas dulces y veíamos alguna película que le gustara.

La última que hicimos fue cuando me contó lo del Winnie.

Ahora estamos almorzando y ya es dieciocho, lo que significa: asado.

Obvio tengo mis verduras asadas por mi amado señor padre.

—sigo pensando que tus verduras son una etapa—hablo mi abuelo que está sentado en frente mío.

—abuelo, ¿cinco años siguen pareciendo una etapa?.

—hay etapas más largas que otras.

Solo me reí y seguí comiendo.

En esta casa hay una tradición que es que todos las fiestas patrias todos se deben vestir de huasitos y chinitas.

Aunque con el Adam siempre nos ponemos los trajes después de almorzar porque existen infinitas posibilidades de que ensuciemos los trajes con comida.

El almuerzo pasa piolita conversando de diversos temas, mis tíos contaron que van a adoptar a otro gatito por que aún sienten las casa vacía, ya van por el tercero aunque el león es del Adam, no se lo llevan no más porque no se lleva bien con el Bucky, si no estaría en la casa hace mucho tiempo.

Cuando terminamos de comer nos toca despejar con el Adam y quedaron de lavar mi papá y mi tio.

—Adam, bello precioso de mi corazón, mejor primo que tengo.

—¿que quieres?.

—¿no te puedo dar amor?

—si vienes con un cepillo de pelo y coles en tu muñeca dudo que sea solo amor.

—que inteligente eres, te irá bien en...

Me tapo la boca antes de que pudiera terminar.

—solo mis tatas saben, mañana hablo con mis papás, a si que quédate piola todavía.

—bueno pero péiname por fa.

—bueno.

Cuando me termino de peinar ya estaba lista y él también.

Me empezó a llamar la Pau y le dije al Adam que se adelantara por mientras.

—hola puta.

—yo también te amo.

—¿estás de chinita?

—¿y tu que crees? Sabes perfectamente que si.

—te debes ver demasiado tierna.

—cállate, ¿como están allá? ¿La mati te deja poner algo que no sea cueca?

—no se que profesora le dijo que esta fecha se escucha cueca porque no deja ni que me acerque a la música, por lo menos cumbia.

La llamada tuvo de todo, burlas por parte de ella que la mayoría tienen que ver con el Fabi, que quiere tomar y también la ayude a elegir outfit.

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