Nuestro lugar especial.

Trinta y tres

Acabo de despertar con demasiado dolor de cabeza terrible.

Empecé a mirar mi entorno pero no estoy en mi pieza, esto se parece más a un hospital.

Definitivamente esto es un hospital, tengo al lado de mi cabeza de esas maquinitas donde suenan los signos vitales y tengo de esas cosas que te ponen en el dedo.

¡TENGO UNA AGUJA!.

Como odio esas cosas, supongo que será suero pero quiero que me la saquen, no me gusta, mi papá siempre me dice que si me pinchan es por mejor.

Espera, ¿y mi papá? ¿Donde está?, Necesito verlo, necesito saber qué pasó.

Antes de seguir indagando en mis pensamientos la puerta se abrió y me dejó ver a una enfermera.

—Hola cariño ¿como te sientes?— preguntó pero permanecí en silencio.

—¿me puedes decir como te llamas?— volvió a preguntar.

—Renata Contreras.

—afuera hay amigos tuyos, pero antes necesito hablar con un mayor de edad ¿donde están tus papás?.

Señora ni yo sé.

—mi papá estaba conmigo y mi mamá falleció hace mucho tiempo.

—lo siento mucho, ¿como se llama tu papá?.

—Alex Contreras

—tampoco lo puedo llamar a él, ¿algún familiar? ¿O alguno de tus amigos de allá afuera?

—¿quienes están?

—hay una niña que me dijo que se llama Paula y anda con un niño medio rubio alto, dijeron que sus papás venían más tarde.

—El Winnie— me reí un poco cuando la enfermera me miró raro —Perdón, se llama Cristopher, el tiene dieciocho ¿sirve?

—si, déjame ir a buscarlo.

Se fueron y después de un par de minutos entro la misma enfermera junto con el Winnie.

—los dejó un rato, volveré en unos minutos para terminar de chequear los exámenes de hoy— hablo la enfermera y salió.

Antes de que siquiera lo pudiera saludar me sorprendió apenas me abrazó, creo que con solo ese gesto demostró toda la preocupación que tiene.

—¿porque me asustan así? —preguntó aún abrazándome.

—¿me puedes explicar qué pasó?, ¿porque estoy en un hospital?, ¿cuando llegue?, ¿donde está mi papá con el Adam?, ¿están bien?— intente sonar tranquila pero no lo estoy, definitivamente no lo estoy.

—supongo que debo darte un poco de contexto— me quedo mirando y asentí —ayer en la tarde cuando iban camino donde tus abuelos en una especie de curva los chocaron, como tú ibas atrás no te paso nada muy grave...

—¿Y al Adam? ¿Mi papá está bien?— interrumpí y el tomo mi mano, me da miedo esto.

—Reni, el Adam sigue en urgencias porque fue el más afectado, su puerta choco contra un árbol porque se salieron de la ruta— apenas oí esas palabras se me apretó el pecho y se me nubló la vista.

Esto no puede estar pasando, esto debe ser una pesadilla, mi primo está bien.

—no, no Winnie, no es momento de bromas— permaneció serio y con los ojitos llenos de lágrimas mientras aún sostiene mi mano.

—¿y mi papá?, ¿se sabe algo de él?

—se que lo tiene en observaciones solo por precaución, pero como no soy familiar directo no me dieron más información, solo de ti porque tú me llamaste.