Nuestro lugar especial.

Doce

Reni*

Estoy en el segundo recreo y sigo muerta de sueño pero vine a ver a la tía de enfermería.

Ella se sabe mi vida al derecho y al revés lo que significa que le tengo mucha confianza, cuando hay temas que no quiero hablar con mi papá o la mamá de la Pau los hablo con ella, no es tan mayor de hecho supongo que tiene menos de treinta.

—tía Clau ¿le puedo preguntar dos cosas que no tienen nada que ver una con la otra?.

—dígame.

—primero ¿como saber si alguien me empieza a gustar? Aparte creo también puede ser muy luego.

—mmm supongo que no hay tiempos estándares para cumplir, cada quien tiene sus ritmos y bueno no soy tan experta en el amor pero creo que te empieza a gustar alguien cuando quieres pasar más tiempo con esa persona, quieres saber más sobre el o ella cosas así, el amor llega sin aviso.

—usted debería hacer frases de Pinterest.

—de ahí lo saque —nos reímos.

—¿y cual es la otra pregunta?.

—está tiene que ver más con mi futuro.

—¿no sabes que estudiar? Aún tienes tiempo.

—no es eso, si no donde, para ponerla en contexto tengo la posibilidad de irme a Canadá, no lo he hablado con nadie aparte del Adam el cual puede que se vaya el próximo año, pero a mi me da miedo, creo que me voy a sentir muy sola y perdida si los que quiero están lejos.

La tía se paró de su escritorio y se acercó a la camilla que me senté patudamente.

No se porque casi siempre está vacío este lugar.

—mira, te voy a contar un poquito más de mi, yo no soy de acá, soy de Santiago y cuando estaba en media estaba súper perdida con que quería estudiar y si iba a ser capaz de lograr estudiar una carrera.

Pausó un poco para tomar aire.

ay no si llora, lloro con ella.

—¿recuerdas que hace tiempo te conté yo vivía con mi mamá y mi abuelo porque mis papás son separados?— asentí —yo le contaba a mi abuelo mis cosas ya que le tenía más confianza que a mis papás, el siempre dijo que yo iba a ser capaz de todo lo que quisiera y me ayudo a darme cuenta de lo que quisiera hacer— volvió a tomar aire y miro a otro lado.

Tía no quiero ponerme a llorar con usted

—cuando entré a la universidad me gane la gratuidad y en mi primer semestre estuve muy mal emocionalmente por lo que te conté hace años —se me vino un pequeño recuerdo— pero aún así seguí con mi carrera y la termine, estudié en la universidad de Chile y no por presumir pero saqué muy buenas notas— me guiñó y me tomo las manos.

—lo que te quiero explicar es que  las personas que te quieren te van a apoyar hasta el final y estoy segura que tus amigos, tu primo y tu papá van a estar orgullosos de lo que decidas hacer y en donde sea que lo decidas, también me vas a tener a mi, que desde que te conocí, sentí que en una pequeña parte de ti me refleje—.

La tía se le están cristalizando los ojos y a mi también.

—¿porque ahora vive aquí?— pregunte sin pensar mientras ella tomaba lo que creo que es agua.

—como te conté mi tata creyó en mi hasta el final y siempre me dijo que este pueblo era uno de sus lugares favoritos y que algún día me llevaría a conocer donde quedaba su casa de la infancia, pero lamentablemente nunca pudo pero yo decidí que vendría igual y aquí estoy, vivo con mi gato—.