Treinta y uno

31 1 0
                                    

Reni*

Maldito seas finales de noviembre, aunque ya mañana empieza diciembre odio estas fechas, creo que tanto estrés debería ser ilegal.

Bueno ahora ya salí de mi horarios de clases y voy camino a la casa de la Pau junto con ella, estuvimos mucho tiempo medias distanciadas y nos pusimos mamonas a si que ahora pasamos la mayor parte de esta semana juntas.

—Amiga tenemos que ir a buscar a la Mati, se me había olvidado perdón— dijo mirando la hora de su celular.

Será po, a correr.

—mínimo después invita helados po— reclame, aunque en realidad me agrada mucho la Mati.

No es de esas niñas pegotes que requieren atención todo el día si no lloran, aparte la hermandad que tiene con la Pau es demasiado hermosa y son demasiado tiernas.

Caminos como quince minutos para llegar al colegio de la Mati y está ya estaba esperando en unas banquitas cerca de la salida.

—tía mire, ya llegó mi hermana con la Reni, ya me puedo ir— le tomo la mano a su profesora y ambas caminaron a nuestra dirección.

—Tanto tiempo ustedes que no pasaban por aquí juntas, me sorprende que ya no me vengan a ver—hablo la profe Mónica.

En este colegio nos conocimos con la Pau y aquí también conocí al Winnie, mientras que la Profe Mónica fue nuestra profe jefe como por cuatro años, creo una de las mejores profes que eh tenido en mi vida.

—perdóneme eh estado súper estresada y ya ni había visto a la Mati— dije agachándome para poder tomar a la niña recién mencionada.

—Que están grandes ustedes, ¿Como esta el Cristopher?— pregunto a lo cual me demoré en procesar que era el Winnie, la costumbre.

—Salió de cuarto hace unas semanas— respondió la Pau y se quedó conversando un poquito más con la profe de temas de la Mati, sigue siendo bastante tímida con sus compañeros al parecer.

Me quede jugando y conversando con la Mati mientras ellas terminaban de hablar para luego despedirnos y caminar hacia la casa de mis dos acompañantes.

Cuando llegamos a un negocio le exigí mi helado a la Pau, es que estoy muerta de calor y siento que me voy a derretir.

—oye Mati ¿tienes algún amiguito o amiguita en tu curso? —pregunté agachándome a su altura y está asintió.

—tengo mi mejor amigo, se llama Alex, el es más simpático que mis compañeras.

Me suena conocida esta historia.

¿porque tienes los ojos más oscuros? —dijo tocando mis orejeras.

—me salen por el cansancio, pero ya voy a dormir bien y no se notarán tanto.

—tus ojos son muy bonitos— dijo tímida.

—tus ojitos también son preciosos— respondí y me abrazó.

Salió la Pau del negocio con los helados y continuamos nuestro camino.

Cuando llegamos a la casa la Mati se fue a su pieza a jugar o ver monos, lo que se le antojara en el momento mientras nosotras estábamos en la pieza de la Pau la cual queda en diagonal a la de su hermana.

—amiga si quieres le cambias el tema pero me estai preocupando un poquito ¿de verdad estás sólo cansada por el liceo? Siempre has sido medía matea y nunca te vi tan agotada.

¿Me esperaba esa pregunta? Si, pero no tan luego.

La verdad es que no estaba solo chata del liceo, también de mi tío el cual llamo hace unos días a mi primo en "paz" pero termino casi en guerra.

Nuestro lugar especial.Where stories live. Discover now