AMAR ENTRE REINOS [02]

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Esta canción le dedica Theo a Sophia:

Duele, quema :(

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Theo.

Quedé patidifuso al oír la declaración de Sophia, la miré esperando no sé que. Mi cuerpo no reaccionaba, solo se quedó ahí estático frente a ella, mientras ella se alejaba de mí.

Cuando la vi en las escaleras, me cachetee varias veces, incluso me corté intencionalmente con los restos de la copa que caí por la impresión para intentar despertarme en caso haya sido un juego de mi mente o una recaída en mi salud mental.

Pero no lo fue. Ella era real y estaba ahí, preciosa, fuerte, imponente y más poderosa que nunca antes.

Mi amada Sophia seguía siendo tan preciosa como la última vez que la vi, y los años le habían caído de maravilla. Sin embargo, había una extraña oscuridad en su aura, aunque era lo de menos en este momento. Miles de preguntas tenía por hacer, pero no estaba seguro si ella me las respondería.

¡Demonios, tengo tanto por asimilar!

Ella al verme por primera vez en la noche, me observó por unos segundos, pero no parecía emocionada, ni siquiera sorprendida por mi presencia. Era obvio que imaginaba que me vería en la fiesta de sus padres. No obstante, eso indicaba que Urian y Sophiant Scarlett sabían que su hija estaba viva y lo ocultaron, a pesar de que me vieron sufriendo por su ausencia y la culpa.

No es novedad que no les importas.

Y era cierto, nunca fui bien visto por mis suegros. El hecho de que los haya separado de su hija les jodía en demasía, nunca estuvieron de acuerdo con la idea de Sophia viva en la superficie conmigo.

Aunque ahora es lo que menos me importa, porque mi atención está completamente en ella, en recuperarla a como de lugar, a aprovechar la segunda oportunidad que nos dio la vida.

— ¿Dónde está? ¡Oye, te estoy hablando! — la voz de mi hermano y su pellizco me hizo volver a tierra. Fruncí el entrecejo al encararlo.

— ¿Qué?

— ¿Dónde está Sophia? Quiero hablar con ella.

Le di un vistazo al lugar en su búsqueda, pero no la encontré por ningún lado. Se había esfumado como si hubiera sido ¿sueño? ¿Lo imaginé? ¡Maldita sea!

Me giré hacia mi hermano, asustado por la idea.

— ¿Fue real? ¡Responde, Seok! Ella está aquí, ¿verdad? Dime que no lo soñé, dime que no estoy loco, por favor — le rogué a mi hermano, demasiado nervioso.

Seok me dio una cálida y comprensiva mirada, me sonrió mientras asentía con lágrimas en los ojos.

— Ella ha vuelto, hermano — dijo con voz rota —. Sophia, tu pescadito, volvió. No sé, como es posible, pero está aquí — la sinceridad de mi hermano me hizo sonreír como un niño.

Recordé la conversación que tuvimos hace unos minutos o quizás más — no sé, cuanto tiempo estuve inmerso en mis pensamientos —. Las fotos de una supuesta infidelidad que mencionó Alexander, mis intentos de explicaciones sobre Sasha... Sasha... ¿Sasha era Sophia? ¿Qué? Imposible.

¿No viste como te trató? ¿No te recuerda a alguien?

Negué con la cabeza, no podía ser posible. Fui tan idiota como para no reconocer a la mujena que amo.