3

253 32 4
                                    

Cuando levanté la cabeza del teclado, eran casi las diez de la noche, y con toda seguridad Whee In iba a matarme. Estaba organizando el cumpleaños de su enamorada, y yo había jurado estar ahí temprano para ayudarla con los preparativos. Mi celular estaba en silencio y no había sentido sus cinco llamadas.

Creo que este es el tipo de cosas que hacen que ella piense que detesto a Hyejin, pensé mientras cogía el delineador y el brillo y salía corriendo.

Whee In llevaba seis años con Hyejin, y eran la pareja que en cada reunión sin falta recibía por lo menos una indirecta sobre cuándo se casarían.
La idea me torturaba.
No es que ella sea una mala persona; en realidad, era bastante mejor que la partida de idiotas que habían desfilado en temporadas anteriores por la vida de Puppy, y sin duda la amaba.

Pero Wheenie... Ella era mucho más de lo que era con Hyejin; había más capas debajo de las que mostraba, todas ellas brillantes. Y lo cierto es que, desde que había empezado su relación con Hyejin, se veía cada vez más opaca.

La noche de Seúl estaba especialmente fría y ventosa. La ropa, que daba la sensación de estar mojada, se me pegaba al cuerpo mientras caminaba, contribuyendo con mi incomodidad.

Agradecí que Whee In viviera cerca. Los coreanos somos como los pájaros: siempre tenemos que emigrar en grupo, lo cual era más fácil de comprobar en mi ciudad, que los fines de semana parecía Nueva York en un día festivo.

El celular vibró en mi bolsillo y maldije por tener que sacar la mano de la chaqueta para contestarlo.

-Ya estoy llegando, respira y recuerda que soy tu mejor amiga, no puedes matarme.

-Puedo conseguir otra mejor amiga.

-Sabes que eres demasiado floja para hacerlo.

-Tienes razón. Pero puedo golpearte.

-Me parece justo; pero no en la cara, por favor, tú sabes que la necesito para mi audición de America Nex Top Model.

-Tyra Maaaaaaaiiiiil! -Gritamos al unísono y nos reímos. La cantidad de placeres culposos televisivos que compartíamos con Puppy era importante, y uno de los principales era sin duda, el reality de Tyra Banks, con su búsqueda inalcanzable de modelos que pudieran <<Hablar con los ojos>>.

-Apúrate, bubi, mis amigas del colegio están acabando con los pocos solteros con carro de la reunion- dijo, sarcásticamente.

-¿Con carro y neuronas?

-Pides demasiado, Sunnie.

-Es un defecto congénito. Ahora ábreme la puerta que estoy afuera.

Ahí estaba, con el vestido tejido que le había regalado por navidad, pantis negras y unos botines negros idénticos a los que llevaba yo, porque, de alguna manera extraña, cada una había comprado por su cuenta los mismos.
También nos había pasado varias veces con los hombres... Felizmente para nuestra amistad, a ellos no los habíamos usado al mismo tiempo.

Se veía linda, demasiado linda para la chica de 1.62 m que venía detrás de ella, con los lentes de marco oscura, la cabellera abundante y con esa sonrisa que solo encantaba a Wheenie. Todo en Hyejin parecía tan denso, tan aburrido.

Abracé a Puppy, le volví a pedir disculpas y de ahí pasé a saludar a la cumpleañera. Le di la botella de whisky que había comprado como regalo y me agradeció sonriendo pasivamente, nunca con demasiada emoción: no fuera a pensar una que debajo de tanto cabello había una personalidad.

Pasamos a la casa, donde me esperaba un espectáculo digno de Las Vegas. A Hyejin le encantaban los juegos de azar, así que junto con Whee In le había organizado una fiesta con la temática casino. En la sala había una mesa de póquer y otra de blackjack, mientras que en el comedor estaba la ruleta. El lugar estaba precioso, todo hecho por Puppy siempre era tan precioso.
Refunfuñé internamente preguntándome si ella le habría agradecido lo suficiente. La gente participaba, pero el ambiente de todas formas se sentía un poco apagado.

Click [MoonSun] [Finalizada]Där berättelser lever. Upptäck nu