Problematic Assignment || jikook + taejin || [Terminada✓]

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Tae se volteó, posando sus brazos en el cuello de su novio, quien lo miraba con una gran sonrisa.

—Lo que quiero decir es que, quiero todo, Jin. No quiero solo un lugar para dormir contigo. Quiero uno donde tú no seas mi guardaespaldas, donde yo no sea un idol, donde mis amigos no sean personas de la agencia. Quiero este espacio donde sean solo ellos, y más que nada, donde tú y yo podamos formar un hogar. Una familia, Jinnie.

Jin no sabía que decir, las palabras de Tae habían hecho que su corazón se detuviera por un momento y comenzará a latir más rápido.

Los ojos del idol se miraban tan brillantes y llenos de tanto amor que Jin tenía la necesidad de hacer muchas preguntas... ¿Una familia? ¿Acaso Tae quería más que un noviazgo...?

Pero Jin no dijo nada, decidió quedarse callado y solo besarlo. No sabía cómo serían las cosas después de su descanso pero, mientras ellos estuvieran juntos, nada podría salir mal.

De cualquier manera, Jin y Tae no pudieron seguir charlando porque el timbre de la puerta comenzó a sonar. Seokjin le había pedido que le permitiera poner un sistema de seguridad decente, y Tae había accedido. Por eso es que al llegar a la puerta pudo ver por una pequeña pantalla el otro lado de la reja privada, donde Jimin y Jungkook se encontraban. Jimin no dejaba de presionar el timbre, haciéndolo zumbar peor que una avispa.

—Kookie... ¿cómo sé si esto funciona? —decía Jimin, y Jin los escuchó desde la cámara, divirtiéndose un instante con ambos antes de dejarlos pasar—. ¿Será que lo están escuchando?

Jimin no dejaba de presionar el timbre, y ya comenzaba a usarlo igual que al Whac-A-Mole.

—Seguro están con sus cosas... Tú sigue presionando todo lo que quieras, mi amor.

—Aaah... Mientras ambos estén vestidos todo bien.

Seokjin, entre risas, presionó el botón para abrir la reja y dejó que ellos pasaran, también abrió la puerta y vio a Jimin llegar con un par de botellas de vino y a Jungkook con varias bolsas con comida.

—¡Jin! —saludó el pequeño, quien ya tenía una herida en la cara con mejor aspecto, y que ya no llevaba vendas en las manos. Pero por lo que Jungkook le había contado, aún debía cuidar sus puntadas y no hacer mucho esfuerzo—. Kook me dijo que trajéramos vino. Francamente no soy bueno con esto, pero elegí los que se veían más bonitos.

—¿Vino rosa?

—Te callas, Kim, y te bebes lo que mi novio eligió —le sentenció Jungkook.

Jin sonrió y ayudó a Jimin con las botellas.

Sus amigos entraron y Jimin fue directo con Tae, quien estaba cerca de la puerta trasera viendo hacia el patio. Jungkook y Jin se dirigieron a acomodar las cosas en la cocina.

—Tete —Jimin llegó al lado de su amigo y lo abrazó con fuerza. Tae había notado que Jimin había aumentado su nivel de efusividad a raíz del incidente en el hotel, como si no pudiese permitirse no expresar su cariño a las personas que amaba—. Tu casa es hermosa. Pobrecito del que vaya a limpiarla, es enorme.

Tae rió, pero le tomó la mano a Jimin y le besó la palma sobre una marca rojiza, donde había tenido una herida.

—¿Cómo sigues, Mimi?

El chico apretó los labios y enfocó su mirada al enorme patio que se extendía frente a ellos. Había incluso una piscina.

—Bien. No me duele nada, te lo juro. Bueno... Tal vez un poco las puntadas pero solo cuando se me olvida que las tengo y no tengo cuidado. Pero Kook no deja que haga esfuerzos.