Problematic Assignment || jikook + taejin || [Terminada✓]

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Con las mejillas rojas, Jimin lo abrazó y sonrió con el rostro oculto entre el cuello de Jungkook. Se sentía tan feliz. Tan pleno y maduro... Se sentía diferente, como si una parte dentro de él se hubiera liberado y aún no supiera del todo qué parte era, pero lo hacía sentirse tan jodidamente bien...

Jungkook lo siguió besando otro rato, abrazándolo y acariciándolo sin soltarlo ni un momento. Jimin era como un cachorro buscando calor entre sus brazos y tratando de memorizar el aroma de su cuello.

Se recostaron poco a poco, pero solo para poder iniciar una nueva ronda de besos, Jimin ya estaba sonriendo otra vez de par en par y fue cuando Jungkook lo recordó...

—Minie —le dijo, sonriendo de lado—. No me dijiste la tercera.

Jimin frunció las cejas, confundido.

—¿Eh?

—Dijiste que querías tres cosas. Y ya te besé y te cogí, mi vida, así que te falta decirme la tercera cosa que quieres hoy.

Jimin, recordándolo, comenzó a reír juguetonamente y lo abrazó, le dio tiernos besitos en el cuello antes de decir:

—Antes... Quiero que me prometas que jamás en la vida le dirás a nadie que soy incapaz de enojarme contigo. Si Tae se entera que soy inmune a ti, te usará para querer salvarse cada vez que me enoje con él.

Jungkook rió y volvió a abrazarlo.

—¿Eres incapaz de enojarte conmigo?

—Hasta el momento sí, solo no pongas en riesgo tu suerte. Nunca se sabe cuándo puedo ponerme todo loco.

Con una sonrisa, Jungkook lo besó. Entre el abrazo cálido entre ambos, Jimin le acarició las mejillas con suavidad y luego se quedó viéndolo fijamente.

—La tercera cosa que quiero pedirte —le dijo Jimin, sin dejar de mirarlo—, es que no me guardes ningún secreto ya. Por favor, Kook. Podemos tener secretos con el mundo pero no entre nosotros.

Jungkook suspiró, y es que comprendía muy bien a lo que se estaba refiriendo.

—Jimin... lo de las canciones... No es que no quisiera decirte, es solo que hablar de lo que siento nunca ha sido algo sencillo para mí. Esas canciones eran muy... significativas, y el que nadie supiera que eran mías me hacía sentir a salvo.

Jimin se mostró un poco más inseguro, y era extraño porque segundos antes había estado sonriendo.

—Jungkook... ¿Puedo preguntarte algo?

—Claro, Minie.

Jimin lo miró, se veía tan temeroso y vulnerable con esa mirada brillosa.

—¿Esas canciones... se las escribiste a tu ex novia?

—No —Jungkook ni siquiera tuvo que pensarlo—. Jimin, esas canciones tratan sobre lo mucho que me odié a mí mismo por un tiempo, y también sobre cómo poco a poco fui aprendiendo a aceptarme y... quererme. Puede sonar tonto pero...

—No es tonto —dijo Jimin, sonriéndole y abrazándolo con fuerza—. Estoy muy feliz porque te sientas de esa manera, Kookie. Tal vez... Un día, si tú quieres y te sientes cómodo, podrías enseñarme el resto de tus canciones. Solo si quieres.

Jungkook sonrió.

—Claro que quiero, Minie. Te lo prometo. Y también prometo jamás volverte a guardar un secreto. Te lo juro.

—¿De verdad?

Jungkook asintió y lo besó.

La felicidad de Jimin era tan desbordante que comenzó a besarlo por el cuello solo para poder susurrarle: