Problematic Assignment || jikook + taejin || [Terminada✓]

🍃 30 🍂

—¿Estás seguro de esto, Taehyung? —preguntó Jin, aunque la verdad era que deseaba que los planes continuaran—. Jimin estaba preocupado, si quieres ir al penthouse para verlo podemos hacer esto otro día.

Seokjin le había dicho a Tae que lo acompañara a su casa esa noche. Taehyung obviamente accedió en seguida, y es que estaba más que emocionado de por fin tener ese tiempo a solas con su guardaespaldas. Lo había deseado tanto que no podía resistir más tiempo sin él.

Por otro lado, Jin también deseaba esto, pero sentía algo de nervios ante el hecho de cruzar esa línea finalmente con Tae. Jin, teniendo tanto tiempo sin sentir algo más que atracción por otra persona, estaba lidiando con mucha confusión dentro de su cabeza.

—Ni se te ocurra, Jin —Tae estaba sentado en el asiento trasero, pero se acercó a su nervioso guardaespaldas y le susurró coqueta y traviesamente en el oído—. Esta noche no te salvas de mí... O debería decir... ¿esta noche no me salvo de ti?

Jin apretó el volante al sentir un escalofrío recorrer por su espalda. Tragó duro y aceleró un poco.

—Tardaremos un poco —le advirtió al chico juguetón sentado atrás—, mi casa está del otro lado de la ciudad.

Tae se encogió de hombros y se acomodó en su asiento. Él estaba lidiando con los nervios diferente a Jin; mientras que el guardaespaldas era todo contención, Tae elegía la liberación de todos sus deseos en voz alta.

—¿Deberíamos aprovechar el tiempo entonces? —Tae seguía usando ese tono sensual y grave que volvía loco a Jin.

El guardaespaldas ya no pensaba claramente.

—Tengo miedo de preguntar a qué te refieres. —El guardaespaldas no se atrevía a mirar por el retrovisor, porque conociendo a Tae algo apocalíptico estaría planeando.

Una risa juguetona se escuchó del asiento trasero.

—¿Recuerdas la primera noche en el penthouse? —preguntó Tae, Jin no sabía a dónde quería llegar el chico pero al recordar esa noche sudo frío—. Recuerdo haber llegado tan molesto porque creí que ese día te habías ido a cegar con alguien. Qué celoso resulté, ¿no?

Tae reía, pero su risa y su voz eran más graves. Jin se estaba obligando a no mirarlo pero la respiración del idol en su oreja lo sorprendió otra vez.

Tae se había acercado para susurrarle al oído:

—¿Lograste escuchar lo que hice en mi habitación esa noche?

Jin comenzó a respirar pesado y apretó el volante con mucha más fuerza. Algo abajo se le estaba tensando y no eran los huesos.

—Mi venganza fue hacer que oyeras mis gemidos durante mucho tiempo —confesó Tae, divertido pero en tono tan seductor que erizaba la piel de Jin con cada palabra—. Quería que sufrieras poquito. Pero, ¿sabes? Esos gemidos fueron falsos... Realmente no me masturbé en mi cama esa noche. Pero hoy... —Tae nuevamente susurrando de forma extremadamente seductora en su oído—. Hoy tengo muchas ganas de hacerlo realmente.

Tae se acomodó en su asiento. Por un segundo Jin se sintió confundido, pero al ver a Tae desabrochándose el pantalón su respiración se entrecortó.

Jin volvió a fijar su vista en el camino, tratando de controlarse, pero era inevitable no ver por el retrovisor a ese chico que abusaba de cordura con cada palabra y movimiento.

—¿Estás listo para escuchar mis gemidos reales, Kim? —Tae sonreía de lado notando el gran sonrojo de Jin, así que el chico se acercó una vez más, sacó su lengua y lamió lentamente el cuello de Jin hasta llegar de nuevo a su oreja—. Kim, creo que ya tienes un problemita muy grande ahí abajo...