Cuando el idol Taehyung es atacado por haters, queda en peligro no sólo su vida sino también la de su mejor amigo, Jimin.
Es ahí cuando su agencia le asigna al mejor guardaespaldas, pero... ¿será suficiente para proteger a ambos?
[Narración + Socia...
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Jin se encontraba sentado en la cama, sonriendo mientras observaba a Tae todavía medio dormido y con el cabello revuelto. Después de un rato contemplando a su novio, se levantó y fue directo a bañarse. Al salir, comenzó a cambiarse, al menos hasta que una vocecita lo distrajo.
—¿Y mi beso de buenos días?
Tae aún seguía acostado debajo de las cobijas y solo se miraba su cabello moverse.
—Temía que si hacía eso, de nuevo me dijeras "mimi, quieres cariñitos"?
—Ash, fue solo una vez, Jinnie. Además ya me acostumbré a despertar a tu lado.
Jin terminó de cambiarse entre pequeñas risas y se sentó cerca de donde Tae seguía acostado. Movió un poco las cobijas para lograr verlo a los ojos, Tae los tenía sólo medio abiertos.
—¿Cómo dormiste, bebé?
—Muy bien, cualquiera después de ser sacudido más fuerte que cepillo de dientes duerme como un bebé.
Jin rió y le comenzó a dar besos en todo el rostro, cosa que hizo que Tae sonriera y abriera más los ojos.
—Levántate para que pueda llevarte al departamento de Jimin —dijo Jin.
Taehyung bostezó.
—¿Quieres que te haga algo de desayunar antes, Jinnie? —Jin miró a Taehyung con la ceja arqueada. Al notar esa duda en el rostro de su novio, Tae se levantó y le dio un empujón—. Mi cereal queda delicioso, grosero.
—Y a veces el café, pero estoy bien. Gracias, bebé.
—Entonces... ¿Me puedo ir en pijama? Aún sigo cansado y quiero seguir dormido.
—Como gustes, bebé. Pero vámonos ya, anda.
Taehyung se puso una pijama de Jin, la cual quedaba bien también en su cuerpo. Al ser ambos casi de la misma estatura no tenían problemas con la ropa, solo la camisa le quedaba un poco más grande debido a que su novio era de hombros más anchos.
En el trayecto, Tae no quiso irse en la parte de atrás, así que Jin le pidió que se pusiera una gorra y cubrebocas.
—Te recuerdo que el departamento de Jimin no es tan seguro, y ahora que sabemos que filtraron información deberías ser más cuidadoso, bebé.
Tae se mordió el labio y asintió. Había estado a punto de soltar un comentario sarcástico y picante igual que siempre, pero el recuerdo de lo que había ocurrido el día anterior aún era muy fresco como para evitarlo. Él aún estaba herido del brazo, y Jimin...
—Tienes razón, Jinnie. Descuida. Tendré cuidado y seré más cuidadoso con el tema de la seguridad. —Tae suspiró—. Deberías encriptar mi teléfono para poderte mandar nudes sin miedo a que me hackeen.
Seokjin estacionó el carro y comenzó a sobarse la frente. Cómo le encantaba a Tae sacar un comentario así justo después de decir algo importante.
Jin estaba seguro de si Tae bromeaba o lo decía en serio, pero de todas maneras ya era hora de que él se fuera a la agencia, así que debían darse prisa.
—Lo de siempre, bebé —dijo Jin—. Quédate aquí mientras reviso el perímetro.
—Sí, Kim.
Jin estaba por bajar de la camioneta pero se giró hacia él en un rápido movimiento, bajó el cubrebocas de Tae y le dio un gran beso hasta terminar mordiendo y jalando poquito el piercing de su labio.
—¿Qué te dije sobre decirme Kim?
Tae, además de estar medio dormido, ahora estaba excitado por cómo había reaccionado Jin.
—Que solo te diga así cuando estemos con personas de la agencia o... —Tae lo miró y sonrió de lado—. O cuando estuviéramos solos porque te excita que de diga Kim, Kim...
Seokjin se limitó a sonreír de lado y luego lo soltó.
—Quédate aquí —le indicó, y luego bajó del auto.
Después de revisar el lugar y asegurarse de que estuvieran seguros le abrió la puerta de la camioneta a Tae, éste bajó acomodándose el pantalón del pijama y cubriéndose con la camiseta que le quedaba algo larga. Jin notó lo que estaba pasando y mientras caminaba no dejó de sonreír.
—Quita esa sonrisa de tu cara, Jin —masculló Tae—. Te prometo que me voy a vengar cuando termines tus asuntos en la agencia.
Al llegar al departamento de Jimin, el pequeño ya los estaba esperando para abrirles. Tae fue directo a abrazar a su amigo, el cual aún estaba algo dormido también.
—Mimi, tengo sueño, así que solo dime que no esta Somi y me iré a su habitación para seguir dormidito.
—Vamos, Tete. No está.
Jungkook, quien a diferencia de su novio sí estaba completamente despierto, aprovechó y le preguntó a Jin sobre lo que iba a pasar ahora en la agencia, éste solo se limitó a decirle que aún no estaba seguro pero que estuviera atento a su celular.
Cuando Jungkook giró, se dio cuenta que ya ninguno de los dos idols estaba presente.
—¿Tae no se piensa despedir de ti?
—Está demasiado dormido como para atender algo que no sea una cama, y además tiene un ligero problema en los pantalones, así que no le conviene despedirse.
Jungkook sonrió de lado.
—Dios... Ustedes son tal para cual, todo lo convierten en una película porno. —Tras una pequeña risa de Jin, Jungkook agregó—. Pero... eso significa que resolvieron las cosas, ¿cierto?
—Sí, Kook —la tranquilidad y felicidad en las palabras de su amigo eran notorias—. Ya todo está bien por fortuna.
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