Problematic Assignment || jikook + taejin || [Terminada✓]

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Jimin sonrió, y Jungkook se acercó a su novio.

—Es de mi papá —dijo Jimin, sonriéndole a Jungkook mientras le mostraba el regalo—. La nota dice que es para que guarde mis accesorios. Lo hizo él. ¿No es lindo? Somi se la pasa diciéndole que compro muchos aretes.

Jungkook se quedó observando el rostro tan iluminado de Jimin y su sonrisa tan hermosa. Pero lo que más le parecía increíble, era ver el gesto adorable de un padre que ama a su hijo a pesar de todo.

—¿Hace cuánto no los ves, Minie?

—Un día antes de año nuevo. Tenía show la noche siguiente, igual que Tae, así que solo pudieron venir a vernos rápido. No pueden descuidar la granja, y el negocio de papá. Ellos manejan todo por allá, no les gusta la idea de contratar gente extraña. —Aquello parecía divertir a Jimin, luego puso en la encimera su alhajero y dijo al chico—: Muero de hambre, deberíamos preparar algo. Apuesto a que Somi hizo el súper. —Jimin se acercó al refrigerador y abrió la puerta, frunció la boca y luego volvió a cerrarla—. Ah...Puse mucha fe en ella. Está vacío.

—Bueno, descuida, amor. Hay que pedir una pizza. Con la hermosa seguridad que hay en tu edificio seguro nos la entregan hasta en la habitación.

—Eres un exagerado. El señor Hwan es muy buen vigilante.

—¿Hablas del que estaba dormido en la entrada con el periódico en la cara?

—Bueno, acepto que no lo viste en su mejor momento.

Jimin caminó de regreso hasta donde estaba Jungkook y, de forma instintiva, Jungkook ya lo estaba recibiendo entre sus brazos.

La verdad era que Jimin trataba de estar animado, porque aunque Jungkook pretendiera estar tranquilo, era claro que no dejaba de observarlo minuciosamente y cada vez que veía sus heridas en sus manos, y también la pequeña de la cara, lo veía tensar la mandíbula y respirar profundo.

—Jimin, ¿estás molesto conmigo?

El pequeño se apartó del chico solo para verlo con el gesto lleno de confusión.

—¿Eh? ¿Por qué estaría molesto contigo?

Jungkook agachó la mirada.

—Por tomar la decisión de seguir siendo tu guardaespaldas sin hablarlo contigo primero. Sé que teníamos planes, y estábamos felices por eso. Y ahora, bueno...

Jimin abrazó a Jungkook, le besó la mejilla y luego le dijo con voz suave:

—Nunca podría molestarme contigo por preocuparte por mí. —Cuando Jimin lo miró, no había sonrisa en su rostro. El pequeño comenzaba a tener la mirada brillosa y unos labios ligeramente temblorosos—. No te voy a engañar, sí deseaba con toda mi alma poder ser tu novio sin tener que escondernos, poder salir contigo a la calle tomándote de la mano o poder decirte que te quiero sin tener miedo a que alguien me escuche pero, lo que pasó hoy...

Jungkook besó la frente de Jimin al ver que en los ojos del chico había miedo y fragilidad, algo que lo golpeó por dentro.

—Jimin...

—La verdad es que sí tuve mucho miedo, Jungkook. No solo por mí y por Tae, sino también por las personas que nos quieren. Si algo nos hubiese pasado, ¿qué habría sido de Somi? ¿De nuestras familias? ¿Nuestros amigos? ¿De ti y Seokjin? Cuando vi que ese sujeto sacó esa navaja... Sentí que el aire se me iba del pecho, y pensé en todas las personas a las que quiero... Y luego llegaron ustedes.

Jungkook lo abrazó con fuerza, y sin darse cuenta una lagrimas salieron de sus ojos ante la impotencia y el terror que le provocaba el imaginar que algo malo podía ocurrirle a Jimin. El pequeño se sujetó a él con necesidad de sentirlo protegiéndolo y resguardándolo en sus brazos.