Cuando el idol Taehyung es atacado por haters, queda en peligro no sólo su vida sino también la de su mejor amigo, Jimin.
Es ahí cuando su agencia le asigna al mejor guardaespaldas, pero... ¿será suficiente para proteger a ambos?
[Narración + Socia...
Taehyung había pedido irse más temprano ese día al penthouse debido a que quería prepararle una cena especial a Jin cuando él regresara. Jimin lo había ayudado con la comida y Jungkook lo ayudó a decorar la mesa con velas, dando un ambiente romántico al lugar.
—Qué lindo de tu parte que hagas esto, tete. —Jimin se sentía muy feliz de ver a su amigo de un modo romántico, así que iba y venía con una sonrisa por toda la cocina, ayudándolo.
—Jinnie ha hecho mucho por mí, así que quiero demostrarle cuánto lo amo.
—¿Amas? —Jimin miró a su amigo—. Tae... Acaso Jin y tú... ¿Ya se dijeron eso?
Tae asintió con una enorme sonrisa.
—Pasó el día que fuimos a la cabaña. Supongo que nuestros sentimientos ya eran tan grandes que se nos hacía imposible seguirlos callando.
—¡Estoy muy feliz por ti, Tete! —Jimin se lanzó a su amigo en un abrazo tierno.
Tae le acarició el cabello y le dio un beso en la frente.
—Espero que tú también te dejes llevar por tu corazón, ¿sabes?
Jimin lo abrazó con más fuerza y dio un ligero asentimiento tímido, luego se separó.
—Jin me acaba de mandar un mensaje y me dijo que viene para acá —anunció Jungkook, volviendo a la cocina—. Deberíamos irnos, Jimin.
—Sí, sí. —Jimin sonrió—. Espero que la pasen bonito, Tae.
Ambos se despidieron de Tae, pero dejándolo advertido sobre no tocar la comida hasta que Jin llegará. Temían un poco que la fuera a arruinar si metía mano en ella.
Taehyung estaba mirando todo el lugar feliz y satisfecho por la sorpresa que le había preparado a Jin, pero poco después se escucharon un par de golpes en la puerta, así que fue a abrir. Era uno de los trabajadores del hotel diciéndole que había llegado correspondencia, Tae tomó los sobres y tras cerrar la puerta comenzó a revisarlos.
La mayoría era solo publicidad, y unas cuantas de la agencia, pero un sobre blanco le llamó particularmente la atención. En este se podía leer en una esquina: "Para Jinnie".
Tae sintió una opresión en su pecho y sin dudarlo tomó el sobre y lo abrió.
Mala idea. Una muy mala idea.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Cuando Jin entró al penthouse notó que todo estaba muy callado, pero al llegar al comedor vio la hermosa decoración que había y sonrió.
—¿Bebé? Ya llegué.
—Ya lo noté. —Tae estaba parado al lado de la barra de la cocina, su semblante era frío como su voz y su cabeza agachada.
—¿Tae? —Jin intentó acercarse y tomar su rostro pero el chico lo alejó de un manotazo.