Tímido, Jimin se puso el cabello detrás de la oreja y apretó los labios.

—Bueno, es que... Yo no sé tocar ningún instrumento. Escribo algunas letras, y trato de darles una melodía en mi mente, pero... no es nada realmente para tomarse en serio.

—De acuerdo, está bien. Me gustaría escucharlo.

—¿Seguro?

—Muy seguro, Jimin.

—Bien... Mmm... Bueno, hay una canción... Es de la que más recuerdo la letra porque es la que más retomo para buscarle melodía en mi cabeza. La escribí hace un tiempo. Yo... no puedo acompañarla con música así que... ¿lo hago así? ¿Acapella?

Namjoon sonrió y asintió.

—Tranquilo, sé que me gustará.

Jimin se inclinó un poco. No le daba pena cantar frente a las personas, obviamente. Pero era muy diferente cantar canciones profesionales a cantar algo escrito por él en el sofá de un estudio de música.

Se sentía vulnerable e inseguro, pero era Namjoon... Y el chico había tocado algo ya, así que quería ser el tipo de ídolo que no decepciona a las personas que creen que él, así que comenzó a cantar. Así, sin música de fondo, solo era su voz dándole un ritmo sutil a su letra, y tratando de hacerlo sin bajar demasiado la mirada.

Namjoon guardó silencio, Jimin fue tomando un poco más seguridad conforme fueron pasando los versos.

Jimin trató de cantar sin que su voz flaqueara, porque la realidad era que la había escrito luego de entrar a la agencia, meses después de haber pasado por aquel horrible episodio en la otra compañía. Después de que Eun le dijera que no iba a debutar, Jimin se había hundido en un llanto inmenso y Eun tuvo que abrazarlo por casi una hora en el suelo de la oficina de ella hasta que el chico se había quedado sin fuerzas. Le había pedido perdón de mil formas, y aunque Eun siempre le decía que él no había hecho nada malo, Jimin había pasado meses odiándose a sí mismo.

Cuando entró a la agencia y Eun le dijo que seguiría siendo su manager, Jimin se sintió muy feliz. No solo por compartir agencia con su mejor amigo, sino porque aquí la gente no lo trataba como basura. Estaba Hobi, estaba Yoongi, estaban todos los empleados que siempre que lo veían lo saludaban y le decían lo bonito que se veía. Estaba la señora de la cafetería que a pesar de que sabía que él tenía su dieta estricta, siempre le guardaba galletas de chocolate y se las daba como postre. Estaba su maestro de canto que siempre lo felicitaba por sus avances, y también el CEO que, aunque era un hombre serio e imponente, nunca le había gritado y lo trataba como alguien con talento e inteligencia.

Jimin fue feliz cuando llegó a la agencia, y aún más sabiendo que Eun en lugar de odiarlo por haber hecho que ella perdiera su trabajo, se había asegurado de dejarle claro que jamás lo abandonaría; no solo porque lo quería tanto como a un hijo, sino porque confiaba en su inmenso talento y su corazón.

El día que Jimin había comprendido que estaba en un lugar seguro, compuso esa canción.

Mentiría si dijera que sus inseguridades y miedos se habían marchado. Pero al menos, ahora ya no lloraba encerrado en los baños cada noche después de ensayar. Ya no bajaba la cabeza todo el tiempo por creer que conseguiría un regaño cada cinco minutos.

Aquí tenía amigos, básicamente familia, y por eso para Jimin era muy importante no perderlos. Jimin ya no se sentía como un inútil, ni mucho menos se sentía solo.

Cuando Jimin terminó de cantar, miró a Namjoon.

El chico tenía la mirada ligeramente brillosa y la sonrisa más grande que le había visto hasta ahora. Estaba aturdido, pero después de sacudir la cabeza, le dijo:

Problematic Assignment || jikook + taejin || [Terminada✓]Where stories live. Discover now