Problematic Assignment || jikook + taejin || [Terminada✓]

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—Mis abuelos eran dueños de una granja en Busan —dijo Jimin—, también tenían un par de propiedades cerca de la playa. Cuando ellos murieron, mis papás se enteraron que la granja se las había dejado a ellos, y lo demás a Somi y a mí, pero como era mucho dinero, entró a un fideicomiso. Así que cada mes recibimos dinero, pero tampoco es que sea mucho. Solo que yo trato de ser ahorrativo, pero Somi...

—Ay, cómo ahorrativo, Mimi... ¿Te recuerdo los pendientes?

—Pero son bonitos —dijo Jimin, acariciando el arete por acto reflejo y poniendo un pucherito—. Y no fue con el fideicomiso, te recuerdo que yo ya debuté, hermanita.

—Yo sí sabía que tus papás tenían una granja —sonrió Namjoon, orgulloso—. Lo dijiste en una entrevista hace tiempo, por eso es que ellos no pueden viajar mucho para Seúl.

Jimin asintió, aunque Jungkook notó que a pesar de que sonreía algo en su rostro se hacía un poco más triste.

—Oh, Jiminah —dijo Hobi—, debes de ir a visitarlos más seguido.

—No tenemos muchas oportunidades —dijo Jimin, mirando a Somi—. Todos los días hay trabajo en la agencia, y más ahora que estamos haciendo la planeación de mi siguiente comeback. En poco tiempo, todo de nuevo. Tal vez ellos puedan venir para navidad, a veces logran hacerlo.

Taehyung, quien había estado curioso con las bolsas que había traído Somi, trató de abrir una pero la chica le dio un golpecito en la mano como si estuviese portándose mal.

—No puedes verlo, Tete.

—¿Por qué? Dijiste que no es tuyo.

—¡Dah! Pero el dueño sí está aquí.

Jungkook sonrió y se acercó a la chica, quien sonrió de oreja a oreja mientras levantaba la bolsa y se la entregaba. Jimin se vio confundido, al igual que todos, pero Jungkook solo tomó de la cintura a su novio mientras lo acercaba a la encimera cerca de la cocina para poder colocar la bolsa y sacar lo que había en el interior.

—Somi me ayudó —le dijo el chico, sacando un estuche grande de terciopelo color rosa palo—. Es solo un regalo.

—Pero no es mi cumpleaños —dijo Jimin, confundido y nervioso—. ¿Hoy se celebra algo?

Jungkook sonrió y negó.

—Ah, Minie, no necesito que sea una fecha especial para darte un regalo. Aunque... sí hay una razón por la que quería dártelo.

—¿Cuál?

—Que oficialmente esta es la última semana que estaremos escondiéndonos como pareja. El viernes termina la agenda y entonces podré hablar con Eun sobre nosotros.

—¿De verdad? —A Jimin se le iluminaron los ojitos y su felicidad fue tan tierna que hizo felices también a todos sus amigos a su alrededor.

—De verdad, ya hasta renuncié con el jefe —sonrió Jungkook, señalando a Seokjin con la mirada. Kim estaba junto a Tae, con una sonrisa enorme viendo a sus amigos frente a él.

Jungkook abrió la caja de terciopelo y Jimin vio una cadena plateada con un dije en forma de luna. Era tan bonito que un ligero puchero tierno se formó en los labios del chico.

—Kookie... Es precioso.

—Pero no es todo —dijo Somi, poniéndose de pie. Jungkook la miró confundido, pero la chica le dijo con una sonrisa—: Hay otra cosa en la bolsa, Jeon. Revisa bien.

Jungkook echó un vistazo y, en efecto, había un estuche un poco más chico pero este de color blanco, por eso no lo había notado, era del mismo color que la bolsa.