14: 5 minutos

10.9K 878 408
                                    

Como cada mañana, el despertador sonó a las cinco y treinta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Como cada mañana, el despertador sonó a las cinco y treinta.

Abrió sus ojos frente a la cara de ella, la soltó en su abrazo, y se estiró para alcanzar su celular.

Desconectó del cargador, y giró, hallándola despierta.

—¿Qué día estamos? —preguntó su nena con la voz todavía dormida.

—Eh... —tuvo que mirar la pantalla del celular que seguía sosteniendo.

Ella le hacía perder la noción del tiempo.

—Jueves. Es jueves, corazón —respondió.

Soltó el celular sobre la cama, y se acomodó sobre ella. Se miraron a los ojos, sonriendo, y se besaron en los labios, despacio. Si les quedara 5 minutos en este mundo, los usarían exactamente para esto. En este caso, les quedaba 5 minutos antes de que todo se apretara en la agenda de él. Sus minutos estaban meticulosamente planeados, pero, por ella, le sacaría 1 minuto a cualquier otra actividad solo por 60 segundos más arriba de ella.

—Cole —ronroneó, subiendo su mano por la cadera desnuda de él.

Él mordió con fuerza, y zambulló su mano bajo las sábanas.

La guio hasta su erección, y su cabeza cayó hacia delante cuando ella lo masturbó. Jamás intentaba contenerse, y, aunque quisiera, nunca podría. Gimió. Su cabello cubrió su frente, pero, de todas formas, ella pudo observarlo cerrando los ojos con fuerza, siendo completamente perfecto por un instante. Emma interrumpió para empujarlo despacio, hasta acostarlo al lado, entonces, volteó, y bajó lentamente bajo las sábanas. En la habitación resonó los jadeos de él. La tomó del cabello mientras ella movía su cabeza adelante-atrás, haciendo uno solo a sus líquidos.

—¡Emma, Emma! —dijo, rápido.

Emma lo sacó de su boca.

Lo escuchó y lo vio venirse.

Lo lamió una vez más antes de escalar hacia arriba por el cuerpo de él.

—Ya puedes empezar tu día —le dio un beso en la boca, sintiendo cómo el pecho se inflaba y deshinchaba debajo de ella—. ¿Sabes? —Con su dedo le trazó un corazón en el pecho, después lo miró a la cara. Colin no hablaba porque no quería despertar—. Espero que pongas eso en tu lista de pros de casarte conmigo.

Colin sonrió, y la sujetó de la cabeza con sus dos manos.

—La próxima yo te enseño otro pro de casarte conmigo.

—Estoy libre mañana por la mañana.

Colin no pudo evitar reír, y no solo porque le pareció gracioso, sino porque estaba demasiado feliz.

—Tengo que levantarme, corazón.

Emma se echó al lado, en la cama, y permitió que se levantara. Vio el techo, mientras Colin encendía la luz del baño, y todo eso, levantó sus brazos como si fuese capaz de alcanzar el cielo desde las sábanas de él. Sentía que poseía el mundo cuando estaba en la cama de él.

Las Cenizas De Emma© #3Where stories live. Discover now