No me olvides © [Borrador]

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Capítulo cinco

Warren:

Hunter dejó escapar un suspiro silencioso. Su mano fría contra la piel de mi rostro seguía ahí pero su pulgar ya no se movía.

Busqué sus ojos y los encontré perdidos, mirando algo más allá de mí.

Fruncí levemente el ceño.

Mis dedos rodearon su muñeca, pero ella no se dio cuenta del movimiento de mi mano. Su mirada seguía fija detrás de mi, su expresión cambió; sus labios formaron una fina linea y su ceño se frunció. Parecía molesta, como si hubiese visto un fantasma.

Me giré, buscando la causa de su repentino cambio, y justo detrás de mi encontré al mismo chico rubio de ayer.

Estaba apoyado sobre su auto, con los tobillos cruzados y las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta marrón.

Nos miraba fijamente con el rostro inexpresivo. 

Sus pies se separaron y empezó a caminar hacia nosotros. Sentí el pulso de Hunter acelerarse debajo de mi toque. Sus dedos se movieron, entrelazándose con los míos. Me dio un suave apretón, sin fuerza, un acto reflejo.

El chico rubio llegó hasta nosotros, primero miró a Hunter, sus ojos la recorrieron de pies a cabeza, luego me miro a mi y alzó una ceja, por último, miró nuestras manos entrelazadas y soltó un bufido. 

Volvió sus ojos hacia Hunter, yo hice lo mismo, la vi tragar saliva como si tuviera un nudo en la garganta. 

—¿Podemos hablar? —preguntó Chase, ignorando completamente mi presencia.

Sus manos seguían dentro de los bolsillos de su chaqueta, parecía desinteresado, era una cabeza más alto que yo, y más musculoso, como si fuera deportista o algo así.

Hunter me dio otro suave apretón y yo dirigí mis ojos a ella que tenía los labios fruncidos con disgusto. Le devolví el apretón y ella me miró, su expresión se relajo un poco y dejo escapar el aire que tenía retenido.

Se volvió hacia Chase y negó lentamente con la cabeza.

—Ahora estoy ocupada —dijo firme.

Chase ladeo la cabeza.

—Ocupada —repitió él.

—Así es —respondió Hunter rápidamente. El chico asintió pero no parecía nada convencido.

—Ocupada —volvió a decir, su tono era de burla e ironía—. Ocupada con tu... —él hizo una pausa fijando sus ojos en mi, mirándome de pies a cabeza—, amigo —dijo finalmente con amargura. 

La comisura izquierda de mi boca se elevó. Le dediqué a Chase una sonrisa ladina y extendí mi mano hacia él que la miro con una ceja alzada. 

—Mucho gusto —dije sonriendo—. Yo soy... —hice una pausa y miré a Hunter— su amigo —hice un asentimiento de cabeza hacia ella.

Él apretó la mandíbula e ignoró mi saludo. Yo guardé mi mano en uno de los bolsillos de mi pantalón.

Por el rabillo del ojo vi como hunter sonreía con malicia. 

—Y si nos disculpas —dijo ella tomando mi mano
—, debemos irnos.

Chase frunció el ceño.

—¿Vas a salir así? —preguntó, Hunter lo ignoró y siguió caminando conmigo pisándole los talones. Chase nos miraba con una expresión que no pude descifrar, pero aún así fue gracioso.