❥. ᭄ 𝐒𝐚𝐡𝐲𝐨 ★ Adaptación
❝ ¿Quién dice que una chica mala no puede caer ante los encantos de Sana?❞
❝ Minatozaki Sana es considerada la omega más preciosa de toda la preparatoria. Un día como cualquier otro, llega una nueva estudiante, una...
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Sana sintió un leve temblor en sus manos luego de observar nuevamente aquella nota que yacía tirada en el piso. Diablos, la alfa la había citado y no podía ni siquiera sopesar bien la noticia.
"Hazlo, sabes que sí."
Cerró fuertemente sus ojos y, antes de arrepentirse de su mini arranque de valentía, corrió deprisa al baño a ver su reflejo. Es ahora cuando agradecía a la Diosa Luna el haberse dado una ducha al llegar. Temía que al demorar tanto ya no encontraría a Jihyo.
Moviéndose lo más rápido que pudo, tomó sus prendas y se cambió en el récord más rápido que alguna vez creyó poder tener. Incluso yendo al tocador y aplicando algo de bálsamo labial como el único recurso.
Agarró el celular de su mesita de noche y bajó rápidamente, con la misma pregunta golpeando su mente.
¿Exactamente de qué quería hablar?
── Supongo que debe ser algo de vida o muerte. ── balbuceó para sí misma.
Aliviada de no encontrar a alguno de sus padres en la sala, caminó apresuradamente. Pero, justo cuando iba a girar la perilla de la puerta principal, la voz suave de su madre la detuvo.
── ¿A dónde vas, cariño?
"Piensa rápido, piensa rápido."
── Bueno, yo... ¡Ah, sí! ── chasqueó sus deditos fingiendo emoción. ── ¡Chris me invitó a salir, mamá!
Su madre se sorprendió, la menor pudo notarlo al ver cómo expandía sus ojos y abría ligeramente la boca. Luego pudo apreciar una sonrisa satisfecha en su progenitora, no podía disimularlo ni un poco.
── Oh, eso es maravilloso, cachorra. Pero, ¿No es un poco tarde ya?
── ¿Tarde? ¿A las casi 8:15 pm? Pff, para nada. ── agitó su mano restándole importancia. ── Además, solo iremos a una cafetería cerca de la zona. Dijo que si querías, él podía traerme hasta aquí. Aunque yo digo que no es necesario, pero él es tan ter-
── Ya, entiendo, entiendo. ── le detuvo su madre, con un aspecto más calmado. ── Recuerden no demorar tanto y disfrutar de su cita.
"Cita."
En la cabeza de Sana eso sonaba muy mal.
── C-claro. Y, ahm ── carraspeó leve, sintiendo ahora algo de culpabilidad.──, ¡Ya debo irme! Seguramente ya está esperándome hace mucho.
── Oh, sí. Ve, cariño.
Sana agradecía que su mamá confiara en ella -o quizás en Christopher-, porque extrañamente no le acompañó hasta la puerta hasta perderla de vista. Únicamente le dio un beso en la frente y subió a su respectiva recámara.
Le depositaba confianza casi ciegamente y no sabía qué más sentir a parte de culpabilidad. Le estaba mintiendo por primera vez, solo esperaba que fuera la última también. No le gustaba jugar con la seguridad que sus padres le tenían en cada palabra.
