Bad girl Ꞝ Sahyo

›› Attention haineuse

Pensándolo mejor, sí, esa había sido una mala idea. Sana se arrepentía mentalmente el haber accedido a ello. ¿En qué estuvo pensando? Todos los ojos estaban puestos sobre ella, bien admirándola o bien criticándola, pero algo de eso le hacían.

Pasó saliva con dificultad, sosteniéndose de las correas de su mochila. ¿Qué tan diferente se veía? Se sentía demasiado incómoda y sus amigas aún no aparecían por ningún lado. ¿Justo ahora tenían que ser impuntuales? ¡¿Un lunes?!

Y quizás su seguridad se fue repentinamente abajo cuando tuvo que pasar bajo la atenta mirada de Jihyo. Lo que en realidad no sabía es que la alfa la estuvo observando desde que llegó. Para Park fue realmente sorprendente, aquella omega no llevaba nada de lo que particularmente solía usar. Incluso tuvo que morder su grueso labio inferior mientras reprimía los gestos de su rostro.

Tenía un top de seda holgada que mostraba sus clavículas y resaltaba sus pechos, llevaba unos pantalones apretados, estos marcaban lo fina que era su cintura y lo esbeltas que se apreciaban sus delicadas piernas. Incluso hasta llevaba un poco de maquillaje y delineador, haciendo que sus ojos resaltaran. ¿A qué se debía todo eso? La alfa no dejó de cuestionarse.

Justo cuando Sana pasó delante de ella, fingió estar leyendo un libro, pero claro, su mirada desapercibida iba directamente hacia la omega y no al objeto inútil.

El aroma de vainilla estaba en el aire, y eso solo lograba aturdirla más. Despeinó su cabellera negra con exasperación, tratando de distraerse. ¿Qué estaba ocurriendo? Ella no quería verla, mucho menos ahora que se notaba más cambiada.

Refunfuñó, abriendo su casillero toscamente e intentando buscar algo bueno. No iba a ser otra estúpida más en la lista de Sana.

— ¡Hasta que por fin! — exclamó Sana luego de ver a sus amigas. — Creí que hoy faltarían.

— No exageres, unnie. — respondió la coreana. — Aún falta como cinco minutos para la primera clase.

— Eres tú quien viene demasiado temprano. — alegó Mina. — Por cierto ¿Por qué estás medio sonrojada?

— Fue una mala idea, debí analizar bien las cosas.

— ¿Por qué? No te entiendo.

Sana suspiró. — Admito que me gusta recibir obsequios y tener muchas amistades, pero yo no planeo que busquen cortejarme y menos andar rechazándolos. ¡Hoy todos estuvieron mirándome! — admitió horrorizada.

— ¿Qué eso no lo hacen siempre?

— ¡No! Bueno sí pero no. — resopló hastiada ante las miradas confundidas. — Ni sé cómo explicarlo, pero fue una mala idea. Además no me siento muy cómoda. El top me hace tener mucho frío y creo que ni podré correr con estos tontos pantalones.

— Luego te acostumbrarás.

— No, no es necesario. Mañana mismo vuelvo a mis blusas.

— Pero, ah... — Mina suspiró, empezando a comprender a su amiga. No tenía por qué obligarla a algo que no quería. — Está bien, al menos usarás esas prendas en alguna fiesta. ¡Quizás en la mía! — gritó animada.

— Uh, sí, claro. — contestó algo dudosa. — Pero aquí no.

— Bien, es hora de irnos. — Dahyun enlazó su brazo con el de la rubia mientras que la otra omega asentía.

— Tienes razón, yo voy yendo a mi sección. ¡Nos vemos luego!

— Esto es muy raro. — se quejó nuevamente.

— Ya, unnie, solo por este día.

La pelinegra le sonrió, intentando inspirarle tranquilidad y confianza. Ambas avanzaron apresuradamente hacia su respectivo salón. Sana suspiró y dio una vista panorámica a todo el lugar, chocando lamentablemente su mirada con la de Jihyo. Sintió que sus mejillas se calentaron pero la alfa ni se inmutó, al final, la omega tuvo que voltear el rostro para acabar con el contacto visual.

La alfa siguió mirándola sin pena alguna mientras abría sus piernas de manera poco educada, flexionó sus brazos y las posó detrás de su nuca. Creando un aspecto neutro e intimidante. Su mirada realmente podía hacerte sentir mal.

— Hey, Sana. ¿Te encuentras bien? — le susurró Dahyun notando la actitud de su mejor amiga con la mirada pesada de Park.

— Uh, s-sí. — intentó sonreírle, suspirando con alivio al por fin tomar asiento. — ¿Por qué no lo estaría?

— No lo sé, solo dudaba.

— Estoy bien. — carraspeó. Dentro de ella sus latidos empezaron a alterarse un poco. ¿Por qué Jihyo la seguía mirando? ¿Acaso quería golpearla por lo de su prima? La omega realmente no quería pensar en ello.

Por su lado, la pelinegra sonrió ladino casi de manera inconsciente. Podía ver con facilidad el rubor que Sana traía nuevamente en las mejillas y su imaginación voló por unos segundos. Tampoco ayudaba que la omega tuviera un cuerpo demasiado delicado, sus curvas eran suaves y tenía un aspecto innegablemente llamativo.

— Mierda, no. — susurró luego de caer en la realidad, quitó su mirada de la rubia y frunció el entrecejo. — ¿En qué carajos estoy pensando?

La rubia resopló luego de ya no sentir la mirada de Jihyo, pero una efímera duda cruzó por su cabeza luego de escuchar un leve gruñido por parte de aquella alfa. ¿Y ahora qué le había hecho?

— Buenos días, alumnos. — la aguda voz de la maestra beta se hizo presente junto a una señora de avanzada edad.

Esa fue la razón exacta por la cual Sana dejó de prestarle atención a la tonta de Jihyo y empezó a mirar al frente, escuchando solamente lo que la profesora tuviera que decir.

"Vamos Park, con esa omega mimada no." — repitió tal cual mantra, no podía ni pensar en ese feo nombre. — "Hay mejores que ella."

A Jihyo poco le importaba la clase, tenía que obligar a sus instintos o a lo que sea para no referirse a Sana.