❥. ᭄ 𝐒𝐚𝐡𝐲𝐨 ★ Adaptación
❝ ¿Quién dice que una chica mala no puede caer ante los encantos de Sana?❞
❝ Minatozaki Sana es considerada la omega más preciosa de toda la preparatoria. Un día como cualquier otro, llega una nueva estudiante, una...
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— Bien, ya terminé. — susurró la omega para sí misma. Sonriendo entre emocionada y apurada, saliendo del último salón a guardar los útiles de aseo en el pequeño almacén.
Iba de un lado al otro tan sumida en su mundo que no se dio ni la más mínima cuenta de que Jihyo la estaba observando. La rubia podía llegar a ser muy despistada a veces.
Sana cogió su mochila y se detuvo unos instantes, dudando en si era buena idea despedirse de la pelinegra.
— Nop, mejor no. — frunció su naricita y negó con la cabeza levemente.
Esta vez avanzó rápidamente hasta la salida, frenando metros después al ver a Jihyo con la espalda recostada en el gran árbol, con sus torneados brazos entrecruzados y los ojos bien fijos en ella. Tragó grueso, intentando no notarse nerviosa o desconcertada.
"No vas a intimidarme, alfa boba." — fue lo que pensó mientras retomaba el camino y pasaba frente la mirada de la susodicha.
— Hey, hey. — la voz de este sonó detrás suyo pero la ignoró. — Te estoy hablando, Minatozaki. — la mano de la pelinegra cogió su antebrazo, deteniéndola al instante.
La mencionada rodó los ojos, notando como ahora la alfa estaba en frente suyo. — ¿Qué quieres ahora, Park?
— ¿Y yo soy la mal educada? — soltó con ironía, arqueando una de sus finas cejas y sonriéndole con burla.
Sana resopló. — No tengo todo el bendito tiempo, Park. ¿Comprendes? Tengo algo sumamente importante y debo irme. — se hizo a un lado e intentó avanzar, mas no pudo hacerlo porque Jihyo lo sujetó nuevamente de la muñeca.
"Sí, claro. Algo muy importante." — pensó con fastidio, intentando controlar la pesada respiración que estaba torturando su pecho. — "Se está refiriendo a esa estúpida alfa"
— ¿Acabas de gruñir? — cuestionó la omega con confusión. — ¡Pero si yo no te he hecho nada! — exclamó medio ofuscada, no estaba entendiendo nada. — Park, ya suéltame. — intentó removerse como cachorra berrinchuda, pero luego, lo analizó mejor y para evitar problemas, actuó con tranquilidad, soltando un vasto suspiro. — En serio, tengo que irme. Además, se supone que tú y yo nos dirigimos la palabra solamente para el proyecto.
"¿Proyecto? Oh, sí, perfecto." — sonrió levemente, alzando a penas una de sus comisuras. Se le había ocurrido una gran idea para evitar ciertas cosas.
— Pues claro que sí, Minatozaki. Es por eso mismo que estoy hablándote.
— ¿Qué? — murmuró la omega, con los labios medio abultados y ganándose toda la atención de Jihyo en esa parte de su rostro.
"Mierda. ¿Por qué tengo tantas ganas de besarla?" — agitó su cabeza para dejar de observarla. Solo estaba pensando en tonterías. Sí, solo eso.
