Cuando el idol Taehyung es atacado por haters, queda en peligro no sólo su vida sino también la de su mejor amigo, Jimin.
Es ahí cuando su agencia le asigna al mejor guardaespaldas, pero... ¿será suficiente para proteger a ambos?
[Narración + Socia...
-Creo que deberías entrar a verlo -le dijo Tae a Jungkook, señalándole hacia la puerta de la habitación con un movimiento de cabeza.
Jungkook apretó los labios.
-Tal vez te necesita más a ti, Tae.
El chico torció una sonrisa y negó.
-Jungkook... Jimin y yo nos amamos, ¿sabes? Eso siempre va a ser así, incluso aunque amemos a otras personas de forma distinta, como nos pasa con ustedes dos. Y sí, Jimin me necesita, pero también te necesita a ti. Si yo entro ahí, tratará de verse fuerte porque no querrá que yo me sienta mal al respecto, lo conozco. Pero si tú entras ahí, sé que podrá ser honesto con sus sentimientos.
Jungkook esta vez tuvo un sentimiento diferente. Miraba a Tae, y comprendía lo que le decía, pero también se sentía confundido por algo que había tenido dentro desde la noche anterior cuando los había visto entrar a la fiesta.
Así que volvió a estrujarse las manos y tuvo que decir:
-Tae... Cuando dices que amas a Jimin, ¿lo haces de manera... tipo... ¿igual que a un hermano?
Tae se vio divertido.
-¿Por qué la pregunta?
-Porque yo tengo un hermano, y amigos, pero nunca los he visto de la manera en la que noto que ves a Jimin.
-Sí, pero ni tu hermano ni tus amigos son Jimin. Y Jimin es hermoso, no puedo no verlo de otra manera, cabezón.
Jungkook apretó los labios y Tae comprendió que tal vez bromear no era lo mejor en ese momento, así que trató de ser más sincero.
-Jungkook -le dijo, y tuvo que respirar hondo-. Yo no tengo hermanos, y tampoco tengo otros mejores amigos, así que no tengo punto de referencia para decirte de qué forma lo amo. Solo sé que lo amo. Daría mi vida por Jimin, y sé que él también por mí, así ha sido durante casi toda mi vida. Pero... Quiero a Jin, y es muy diferente que con Jimin. Y lo que siente Jimin por ti, también es infinitamente diferente a lo que siente por mí.
Jungkook asintió y sonrió.
-Es gracioso, ¿sabes? -dijo Jungkook-. He dicho muchas veces a las personas lo mucho que amo a Kim Taehyung, mi ídolo, mi inspiración... porque te juro que te admiro demasiado, puede que incluso más ahora que te conozco en persona. Pero cuando pienso en Jimin... me cuesta demasiado decir eso mismo, y no porque no lo sienta, sino porque el significado se siente completamente diferente con él. Y me parece gracioso, que tú y yo amamos al mismo chico, y ese chico y yo también te amemos a ti, pero al mismo tiempo espero que él me ame a mí.
-Ah, yo le di la idea del poliamor a Jin pero él le tuvo miedo al éxito, cúlpalo a él. -Jungkook rió un poco, pero luego Tae agregó un poco más serio-: Jungkook, no trates de entender mi relación con Jimin, porque ni siquiera nosotros la entendemos. Solo ten presente que él es feliz contigo, y yo con Jin, principalmente porque ambos comprenden que Jimin y yo nos necesitamos. Y el que Jin comprendiera eso, fue una de las cosas que más me hicieron enamorarme de él. Y algo me dice que Jimin sintió algo similar contigo.
Jungkook asintió. Estaba consciente de eso, y lo respetaba. Amaba la manera en la que esos chicos se tenían el uno al otro, pero quizá era el saber que el mundo entero creía que ellos eran pareja lo que a veces lo hacía sentir extraño. Incluso Seok Woo había afirmado que Jimin había estado enamorado de Tae siempre, aunque bueno... No quería darle importancia al pensamiento de alguien que nunca llegó a conocer a Jimin realmente.
Tae palmeó su espalda y le dijo:
-Entra con él, Jungkook.
El chico reaccionó y se puso de pie. La verdad era que él también necesitaba de Jimin, y de estar seguro que él estaba bien, así que sin esperar más fue hacia la habitación y abrió la puerta.
Lo primero que vió fue a Jimin sentadito en la cama, sin hacer nada más que ver hacia la alfombra en el suelo. Callado y sereno.
Cuando Jungkook entró y cerró la puerta, Jimin lo miró y se levantó para poder acercarse y abrazarlo.
Jungkook contuvo el aliento porque en ese abrazo lo supo, lo sintió claramente. Jimin también necesitaba de él de la misma forma en la que Jungkook necesitaba de Jimin. No le importaba lo que el mundo creyera, o lo que decían las personas que no lo conocían.
A Jungkook solo le importaba lo que Jimin sentía, lo que los dos sentían. Y mientras Jimin lo quisiera a él, Jungkook siempre iba a estar a su lado cuidándolo y queriéndolo.
-¿Estás bien, mi amor?
Jimin asintió y solo se separó lo suficiente para verlo a los ojos.
-Quiero ir a esa entrevista, Kook.
-¿Estás seguro?
-Sí. Quiero ir. Acabo de mandarle un mensaje a Eun, le dije que la veremos ahí. Voy a bañarme y vestirme, estaré listo en un rato.
-Minie...
Jimin le dio un beso antes de que Jungkook siguiera hablando, le acarició las mejillas y luego apoyó su frente en el pecho de él.
-Gracias por decírmelo, Jungkook.
-Me habría gustado poder decírtelo desde el primer momento, Jimin.
-Descuida, entiendo por qué tuvieron que esperar. Pero me tranquiliza saber que no esperaste por decisión propia sino porque se los pidió Seokjin. Solo... gracias por lo que hiciste.
-No pude hacer mucho...
-Basta -sonrió Jimin tiernamente-. Vi tu cuenta fanbase, ya sé que estuviste trabajando sin descanso buscando todas esas otras cuentas. Yo... no sé qué decir, me cuidas en persona y también en internet. Eres increíblemente eficaz en tu trabajo, Jeon Jungkook.
Jungkook le tomó el rostro entre sus manos y lo observó detenidamente, sus ojos, sus labios, sus mejillas sonrojadas y sus pestañas que parecían pequeñas mariposas revoloteando.
-No es un trabajo para mí -le dijo Jungkook, sin dejar de mirarlo-. No hay nada que no haría para cuidarte, Jimin. Y no porque sea la persona más profesional del mundo, porque queda claro que no lo soy. Lo hago porque siento todo esto por ti... Todo esto que ni siquiera entiendo cómo puede ser tan grande, pero es lo que siento. Y lo único que deseo en la vida es que nada ni nadie quite de tu rostro esta sonrisa tan hermosa. Te quiero tanto, Minie... De verdad, tanto.
Jimin le rodeó por completo el cuello con sus brazos y se impulsó más arriba para besarlo. Jungkook lo sujetó de la cintura, con fuerza. Aquel beso lo fue todo, y no solo para Jungkook, sino para Jimin también.
Jimin sentía que nada malo podría ocurrirle en los brazos de Jungkook, porque a pesar de que el mundo entero lo odiara, él siempre iba a quererlo. Y mientras él tuviese la certeza de eso, estaría bien. Todos estarían bien.
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