Problematic Assignment || jikook + taejin || [Terminada✓]

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-No podemos irnos sin Jin y Tae. -Jungkook tomó el teléfono y marcó un número, pero Jimin solo se cruzó de brazos traviesamente y con esa mirada que solo le había conocido en Taehyung. Una sonrisa que anticipaba maldad, pero en Jimin era más bien como travesuras.

-No te va a responder, Jeon Jungkook.

El guardaespaldas lo miró, confundido, y colgó el teléfono cuando mandó a buzón.

-¿Tú sabes dónde están?

-Tal vez.

-Jimin... -Jungkook trató de mantener la calma. Su novio no solía ser así, era claro que seguía molesto por haberlo dejado solo en ese almacén, pero si hubiese entrado ahí habría hecho todo lo que deseaba hacerle desde el momento en el que lo había visto vestido de aquella forma tan atrayente. Era como si Jimin se hubiese transformado en un ser ya no solo de luz, sino también de infinita sensualidad que todo el mundo podía contemplar libremente... menos él.

Jungkook era quien estaba más cerca que ningún otro a Park Jimin, y al mismo tiempo, quien tenía que estar más distanciado.

Eso también lo estaba matando, pero era claro que Jimin era más propenso a los caprichos y berrinches. Algo que amaba y le desesperaba al mismo nivel.

Taehyung tenía razón. Era el capullo y la espina, y ambas partes de Jimin lo enloquecían de las peores pero también de las mejores maneras que alguien podría.

-¿Dónde están Tae y Seokjin, Minie?

Jimin no dejó su postura traviesa, pero se encogió de hombros y dijo con menos maldad:

-Están en el penthouse, Seokjin me dijo antes de que se fueran que nos esperaba ahí. ¿No lo viste? Me estuve mensajeando con él mientras el barman me invitaba mi segunda piña colada.

Jungkook le entrecerró lo ojos, se acercó a él y por un par de segundos el Jimin tierno y tímido se dejó ver ante esa aproximación, pero él también parecía estarse esforzando por no dar su brazo a torcer porque se cruzó de brazos, tal vez para evitar la tentación de abrazarlo, y exhaló.

-Si yo fuera tú, haría que llegáramos lo más rápido posible al hotel si quieres evitar el homicidio de Kim Seokjin.

Jungkook pareció preocupado.

-¿En serio están en el penthouse?

Jimin apretó los labios, y requirió de todo el valor en su interior para mentirle al chico y asentir. El diablito sobre el hombro de Jimin debía estarse retorciendo de la risa.

Jungkook abrió la puerta trasera de la camioneta para permitirle subir, luego entró también al vehículo y se dispuso a salir del estacionamiento de la manera menos llamativa posible, tomando la salida menos usual y las calles menos comunes.

Jimin, por su lado, comenzaba a sentirse culpable por haberle mentido a Jungkook, y es que la realidad era que no tenía ni la más remota idea de dónde estaban su amigo y su guardaespaldas. Lo que sí sabía era que, conociendo a Tae, Seokjin no sería capaz de atender su teléfono durante un muy buen tiempo.

Y Jimin quería más o menos lo mismo. Había estado toda la noche haciendo berrinche por querer tener a su novio cerca, igual que un niño que se vuelve caprichoso por desear un dulce. Estaba consciente de que cuando se molestaba, dejaba de ser él mismo y solía actuar impulsivamente, pero en esos momentos trataba de usar ese resentimiento en su interior para actuar de la manera valiente que tanto deseaba.

Si algo había notado Jimin, era que durante toda la noche ninguna persona lo había tratado como a un niño. Muy al contrario, lo habían visto como un hombre atractivo, al que querían seducir y conocer más. Incluso Jungkook durante el camino al hotel no dejaba de verlo desde el retrovisor, y Jimin lo único que deseaba era que su propio novio lo tratara como alguien maduro que ya no necesitaba del "paso a paso".