No Stranger © #1 ✔

Capítulo cuarenta y uno

━ 𝜋𝜎𝑠𝜏𝑟𝛼𝜋𝑔𝜀𝑟 ━
"No confío en ti"

Todo pasó demasiado rápido.

El tiempo incluso pareció detenerse en ese instante.

Me había perdido en su mirada preocupante y en los pensamientos de todo lo que iba a ocurrir a partir de ahora.

Alister tenía los iris de sus ojos blancos y las líneas a su alrededor eran más intensas y negras que la noche en que apareció en mi habitación.

Tenía una mirada de preocupación, de querer saber a cada instante si me encontraba sana y a salvo.

Los movimientos de las personas iba despacio, como si fuese una película que se esta reproduciendo en cámara lenta.

O mejor dicho, parecía la típica escena donde por un instante, los enfoques que muestran a los protagonistas moviéndose lentamente indicaba que algo malo iba ocurrir.

Como ahora.

Alister desvió su mirada.

Carter se puso de pie.

Freya me soltó.

Y Nevs movió su dedo índice, indicando que toda esta catástrofe no iba a terminar tan pronto.

Al fin y al cabo, era el príncipe oscuro de esta historia llena de monstruos.

Mis ojos se desviaron hasta que observé fijamente al subordinado que tanto deseaba tenerme. Seguía en una postura relajada, como si ya fuera consiente que había ganado esta batalla.

Todo a nuestro alrededor había quedado en silencio, o al menos desde mi punto de vista. No se escuchan los gritos, los llantos, los insultos, los pequeños jadeos de dolor, los suspiros, las palabras... todo se había ido.

Solo había silencio.

Lo único que se escuchaba eran los latidos de mi corazón latiendo lentamente.

Y yo observaba con atención detenidamente a mi alrededor.

Porque todo pareció quedarse quieto en cuestión de segundos.

Sentía que todo se detenía y yo podía moverme con total libertad.

Era como... poder respirar por al menos unos minutos.

Hasta que lo miré.

Nevs sonreía de lado.

Y entonces cuando su mirada intimidante conectó con la mía entre tanto caos y desesperación... dijo las primeras palabras entre medio de aquel silencio estruendoso:

—Ahora.

Fue cómo si esa palabra dieran indicio a que algo horrible iba a suceder.

Y de repente todo volvió a la normalidad.

Abrí mis ojos con total sorpresa.

Mis labios ahogaron un grito de terror.

Mis piernas parecían querer correr.

Y de repente mis oídos empezaron a escuchar todos los sonidos de mi alrededor.

Aquello me asustó.

Fue cómo si volviese a escuchar por primera vez después de tanto tiempo.

Y entonces observé como las máscaras empezaban a correr hacia donde nos encontrábamos.

Y mientras ellos venían hacia nosotros, uno de los pasantes que se encontraban de nuestro lado decidió hablar: