Capítulo 33

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Capítulo largo, disfrútenlo mucho<3

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11:45pm
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Era la noche de mi madre, se merecía ver a todos sus invitados con una sonrisa y disfrutando de la fiesta, así que cuando Billie y yo calmamos aquella pena decidimos bajar tomadas de la mano.

Mi madre sonrió cuando nos vió y juntó sus manos llevándolas a sus labios.

--Mis niñas... --dijo acercándose. --Me alegra que lo hayáis solucionado.

Nos abrazó a la vez y se separó aún con esa sonrisa.
Tratamos de sonreír también.

--¿Qué era eso tan grave que tenías que decirle? --le preguntó.

Yo pensé que se lo había dicho.

--Nada malo, Sofía. --le sonrió Billie. --Mañana te diremos, ahora voy a probar esos panecillos de la mesa que parecen muy ricos.

Ella asintió y me analizó con la mirada hasta que Billie tiró de mí y le di la espalda.

Estuvimos aparentando normalidad durante el resto de la noche, incluso nos llegamos a reír muchisimo porque mi padre se embriagó un poco y no paraba de molestar a su compañero Jack, el profe de historia.
Alex estuvo bromeando un buen rato con mi madre y estuvimos demasiado distraídas como para pensar en pasado mañana.

Pero todos se fueron sobre la una de la mañana y mientras ayudábamos a mis padres a recoger, mi cabeza me bombardeó.

Se va a ir a Denver, no la voy a ver hasta vete a saber cuando. No podría abrazarla, ni besarla, ni inhalar su aroma cuando me abraza como un koala cuando duerme, ni podré visitarla en su horario de trabajo.
¿Y si conoce a alguien más?
¿Y si al final ella no es mi alma gemela, ni yo la suya?

Todo acabaría en 48 horas y yo aún no había podido superar lo de la semana pasada.
No tenía el valor ni la fuerza suficiente para sobrellevar algo así, y sabía que ella tampoco.
Me lo decían sus ojos cada vez que cruzábamos miradas en el salón mientras recogíamos toda la basura.

--Cariño, no tires eso. --mi madre rompió el silencio.

--Pero se va a pudrir en la nevera si no lo hago. --le respondió papá.

--Mañana me lo comeré en el desayuno, no lo tires.

--Sabes que no lo harás.

--No lo harás. --ayudé a mi padre y mi madre jadeó ofendida.

--¿Pero tú de qué lado estás? --se acercó a mí mientras se quitaba la zapatilla.

Corrí a esconderme detrás de Billie mientras me reía.

--¡No! ¡No me des con la chancla! --exclamé.

Billie rió con fuerza y colocó sus manos sobre las mias en su estómago.

--Esconderte detrás de Billie no va a funcionar. --alertó mi padre. --Es demasiado enana.

La que jadeó ofendida ahora fué Billie, que salió corriendo hacia mi padre y me dejó expuesta ante la chancla de mi madre.
Yo comencé a correr alrededor de los sofás para que mi madre no me atrapara mientras que Billie intentaba alcanzar a mi padre.

Mi madre acabó dándome un chanclazo en el culo y me reí con fuerza cuando mi padre salió de la cocina con Billie colgada en su espalda.
Sus brazos abrazaban el cuello de mi padre tratando de ahogarlo mientras él reía.

--¡Pues mira la enana! --gritó la mujer de mi vida. --¡Retíralo ahora y te dejaré vivir!

--¿Así es como tratas al que te ayuda a aprovar mates?

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