Capítulo 28

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9:47pm
______

--Va en serio, no te rías.

La carcajada de mi padre se escuchaba desde la cocina.

--Es que te he imaginado y ahora no me lo quito de la cabeza. --escuché que dijo riéndose.

--¡Era pequeña! --se defendió mi novia.

--Son como el perro y el gato. --habló mi madre mientras cortaba esa tortilla gruesa en cuadraditos.

Suspiré y negué con la cabeza.

--¿Me dejarás tomarme una copa? Este vino tiene buena pinta. --lo levanté para que lo viera.

Ella me miró como si estuviera pensando mi pregunta hasta que suspiró, diciéndome que sí.
Sonreí mostrándole los dientes y salí al salón, donde seguían esos dos molestándose.

Billie estaba sentada frente a él de morros con los brazos cruzados mientras que mi padre aguantaba su risa.
Me senté al lado de mi rubia favorita.

--Díselo Chris, dile que sí se patinar sobre hielo.

--¿En serio sabes?

Mi padre volvió a reirse y ella me miró con la boca abierta.

--Definitivamente odio a los Collins.

--Mentirosa. --me incliné para besar su mejilla. --Nos adoras.

--Sólo un poco. --volvió a mirar a mi padre.

--Si quieres que te crea, tengo que verlo. --le dijo el hombre de la casa. --Ver para creer.

--Vir piri criir. --se burló y yo tuve que reirme.

Mi madre volvió al salón con la tortilla gigante y cuando la posó en la mesa tuve que sujetar mi copa vacía porque tambaleó.
¿Eso era comestible?

--Buen provecho. --dijo sentándose al lado de papá.

Sí era comestible y estaba buenisima.
Billie la disfrutó muchisimo y cuando cenamos nos quedamos hablando en los sofás.
Mi padre se había bebido tres copas y sus mejillas ya comenzaban a ponerse rojas, mi madre no probó el vino y Billie y yo seguíamos con nuestra primera copa en la mano.

Lo de que el vino tenía buena pinta lo retiré en cuanto di el primer sorbo.
Eso estaba tan ácido que si caía una gota al suelo de seguro creaba un agujero.

Me reí cuando Billie le dió un sorbo e hizo una mueca desagradable muy graciosa.

--Ahora os la termináis. --nos señaló mi padre. --Que por vuestra culpa tendré dos copas menos para beber.

--Mañana tienes que corregir examenes, cariño. --avisó mi madre. --Recuerda que la resaca ya no te sienta igual que cuando tenías veinte años.

Billie se sorprendió.

--¿Llevan juntos desde los veinte?

--Desde los quince. --corrigió papá. --Ya, yo también me sorprendo cuando lo pienso.

Mi madre le dió un codazo.

--Antes la gente era más romántica. --habló mamá. --Hoy en día las relaciones duran como mucho tres o cuatro años, es una pena.

Billie y yo nos miramos entre sí.

--Tu madre quiere decir que antes el romanticismo no estaba tan abandonado. --dijo con la copa de vino en la mano. --Se regalaban rosas, salían a bailar, ir a cenar era un lujo, pasear por la ciudad al lado de esa persona era como un sueño... Actualmente ese romanticismo antiguo se está perdiendo, y si alguien resulta ser romántico le llaman cursi.

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