Cuando el idol Taehyung es atacado por haters, queda en peligro no sólo su vida sino también la de su mejor amigo, Jimin.
Es ahí cuando su agencia le asigna al mejor guardaespaldas, pero... ¿será suficiente para proteger a ambos?
[Narración + Socia...
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Cuando Jimin salió del comedor, Jungkook volvió a tomar aire y puso sus manos sobre la mesa porque muy posiblemente estaba temblando de nervios.
—¿Qué carajo pasó? —dijo Seokjin, con su cara de confusión más notoria.
—No sé, Jinnie, pero sea lo que sea no pienso entrar a esa habitación.
Jungkook miró a Tae con un gesto fruncido.
—Tienes que ir con él —le dijo al idol—. De verdad que tienes que hacerlo.
—¿No escuchaste, cabezón? —le dijo Tae, alarmado—. Me llamó Kim Taehyung. Jimin solo me llama así cuando de verdad quiere asesinarme. La última vez que lo hice casi no salgo ileso. Así que no, no iré.
Jin miró a Tae, asustado. Jungkook se puso de pie.
—Taehyung, es solo Jimin.
—¡Solo Jimin! —Tae bufó y se sentó en las piernas de Seokjin y lo abrazó dramáticamente—. Jinnie, él no sabe de lo que habla. Justo ahora en la habitación ya no está Mimi, si entro ahí me pierdes.
Seokjin no sabía si el idol bromeaba, exageraba o hablaba bajo experiencia.
—Taehyung...
—Mejor entra tú —le dijo el idol—. Creo que fuiste tú el que la cagó. Ve y hazte cargo. Si quieres la flor aprende a domar las espinas, vaquero.
Seokjin apretó los labios. Era claro que quería tomar en serio la situación pero comenzaba a sospechar que el miedo de Tae no era de todo juego, y le parecía completamente gracioso que pudiesen temer de alguien tan noble e indefenso como Park Jimin.
—¿Qué había en el teléfono? —le preguntó Jin, pero Jungkook negó ante esa pregunta.
—Nunca jamás en la vida lo diré.
—Uh... —Tae ahora sí se veía aterrado—. Debe ser horrible. Por favor, Jin, tú eres mi guardaespaldas. Si yo entro a esa habitación te vienes conmigo.
—Oh, Dios... —Jungkook ya no iba a seguir con eso, era claro que Tae de verdad estaba aterrado por ir a la habitación, pero Jungkook no creía posible que su Jimin fuese un peligro real para nadie. Incluso aunque la causa fuese lo que Jungkook vio en su teléfono.
—Suerte —escuchó la voz de Tae después de que él se fuera del comedor y comenzara a caminar hacia la habitación.
Incluso aunque creía tonto el temer, Jungkook tomó una bocanada de aire antes de entrar, como si estuviese a punto de sumergirse en aguas profundas.
Jimin estaba sentado en la cama, con el teléfono en mano y con un gesto serio y tenso. Cuando el pequeño notó que no era Taehyung el que había entrado, su expresión fue más agresiva.
—Jeon Jungkook, sal de aquí y dile a Taehyung que lo quiero aquí de inmediato.
—Jimin... —Jungkook se acercó lento, era ridículo pero se comportaba como si estuviera tratando de aproximarse a un depredador salvaje—. Siendo sincero, Tae no tiene la culpa de nada. Yo se lo pedí. Además, realmente no hay nada de malo en...