—Bueno, pero para los eventos de promoción...
—De verdad, no. —Jimin suspiró y se encogió de hombros—. Gracias, de verdad. Amo que siempre piensas en mí para esto, pero... no es lo mío.
Jimin revisó la hora de su teléfono, tal vez solo para disimular que se había puesto algo incómodo, luego lo dejó en la mesa de centro y exhaló fuerte.
—Iré a darme una ducha, Tete. —Jimin se puso de pie—. Solo... ¿podrías estar pendiente por si habla Eun? Quedó de confirmarme lo del médico. Por favor.
—Sí, descuida. Ve. Aquí te espero, mimi.
Tae vio a su amigo ir hacia la habitación, no quiso decirle nada más al respecto, pero sabía que el chico mentía.
Eso del "no es lo mío" era falso y Tae lo sabía. Él siempre notaba cómo los ojitos de Jimin se iluminaban con los modelos de ropa que veían en las alfombras rojas. Cuando lo acompañaba a sus sesiones de fotos, siempre era tan curioso que varios de los diseñadores le explicaban la composición de las prendas. Jimin siempre entraba a las tiendas y tardaba horas viendo todo, pero cuando se trataba de comprar su ropa, era cuestión de minutos para que eligiera, como si solo tomara lo indispensable o con lo que estaba familiarizado.
Eso le frustraba a Tae. Jimin tenía todo el potencial del mundo para lucir aquella ropa como ninguno otro, pero tampoco podía presionarlo. Era claro que a su amigo le costaba tomar riesgos, pero tenía fe de que un día iba a estar listo para soltar todo lo que resguardaba dentro.
—Tae —la voz de Jungkook hizo que quitara los ojos del catálogo de LV y lo miró—. Jin necesita sus teléfonos.
—¿Disculpa?
—Me dijo que es solo para asegurarse de la privacidad que puedan estar manejando con sus aplicaciones, y para configurar mejor el monitoreo de ubicación.
—¿Monitoreo de qué? —Tae abrió los ojos y cerró el catálogo, casi ofendido—. ¿Cómo que nos rastrea?
Jungkook se encogió de hombros y sonrió de lado.
—Si Jin no fuese precavido, Tae, no habría podido ser capaz de encontrarte anoche. ¿No crees que es importante saber dónde están cuando desaparecen? Si Jimin se esfumara de un segundo para otro, ¿no crees que sería bueno saber dónde está?
—Tienes razón, Kook. —Tae le entregó rápidamente el teléfono de Jimin al chico—. Me le ponen todos los rastreadores a mi bebé, y cinco mil candados para que nadie le mande nudes sin su permiso. Me lo proteges de inicio a fin.
Jungkook siguió viéndolo y, con una ceja enarcada, le extendió la mano.
—Jin me dijo que no volviera sin el tuyo.
—Oh, ¿entonces por qué no vino él?
—Dijo que ibas a encontrar la forma de desconcentrarlo. No confía en sí mismo, supongo.
Taehyung sonrió satisfecho con la respuesta y solo por eso sacó su teléfono del bolsillo y se lo entregó.
—Dile a Kim que no me tenga miedo, que no muerdo a menos que lo pida.
—No me siento cómodo repitiendo eso —rió Jungkook, y se marchó llevándose los teléfonos al área del comedor donde lo esperaba Seokjin.
Taehyung se quedó sonriendo ante aquello. El saber que podía poner nervioso a Jin a tal punto que debía marcar perímetro para concentrarse era un gran cumplido.
Ya con más ánimos, volvió a revisar el catálogo y estuvo analizando las mejores opciones por unos minutos, al menos hasta que la puerta de la habitación se abrió y Jimin salió vestido con un sencillo pero muy encantador atuendo; lo que más le gustaba es que el amarillo le quedaba de lo más hermoso a su amigo.
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Problematic Assignment || jikook + taejin || [Terminada✓]
FanfictionCuando el idol Taehyung es atacado por haters, queda en peligro no sólo su vida sino también la de su mejor amigo, Jimin. Es ahí cuando su agencia le asigna al mejor guardaespaldas, pero... ¿será suficiente para proteger a ambos? [Narración + Socia...
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