Cuando el idol Taehyung es atacado por haters, queda en peligro no sólo su vida sino también la de su mejor amigo, Jimin.
Es ahí cuando su agencia le asigna al mejor guardaespaldas, pero... ¿será suficiente para proteger a ambos?
[Narración + Socia...
—Entonces preferiría que dejaras el Kim cuando estamos en la agencia... O cuando te tenga en mi cama, si no te molesta. Es que me gusta demasiado cuando me llamas solo por mi nombre.
Tae dejó de buscar su ropa faltante y miró a Jin con una expresión divertida, el guardaespaldas ya estaba completamente vestido y no se notaba que había tenido una muy larga noche de sexo salvaje pero meloso.
—Vaya, vaya. Pero mira quién me salió coqueto. —Tae le dio un beso—. Mmm... me gusta.
—¿Ves lo que me provocas? —Jin le dio otro beso y luego lo soltó—. Es hora de irnos.
—Espera, Jin, no encuentro mi boxer y mis pantalones...
—Están en el auto, ¿qué no recuerdas? —Tae se mordió el labio al caer en cuenta de lo que había hecho anoche, pero Jin solo sonreía de par en par—. Vamos, te terminas de vestir ahí.
Jin esperó en la puerta de su habitación hasta que Tae salió de ahí y se dirigió a lo que medio recordaba era la puerta para la cochera. Jin, sin desaprovechar la oportunidad, no despegó su mirada del lindo trasero de su idol.
—Puedo sentir tus ojos sobre mí, Jin. Si no dejas de mirar, harás que nos quedemos aquí por más tiempo.
Tae no se equivocaba. Abrió la puerta que dirigía a la cochera y fue hacia el auto para agarrar su ropa.
Jin fue hacía la puerta del conductor pero, al ver a Tae inclinado para recoger su ropa, no se pudo resistir y terminó dándole una nalgada.
—Aush...
Jin río y subió al auto, seguido por Taehyung que a como podía se colocaba su ropa y se sobaba el trasero.
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Durante todo el camino, Tae no dejó de hablar con Jin sobre lo bien que había dormido, repitiendole que muy seguramente ocuparía una ronda diaria antes de dormir. Jin solo reía de las ocurrencias del idol, y es que Tae tenía esa habilidad para aligerar todo con bromas coquetas y sugestivas.
Cuando por fin llegaron al penthouse, Tae entró de lo más tranquilo, aún con la felicidad de su noche en sus recuerdos.
Jungkook lo vio entrar desde la cocina en donde estaba empezando a preparar el desayuno. Estaba por saludarlo pero el grito de Tae lo detuvo.
—¡Ya llegó por quien llorabas, mimi!
Taehyung realmente había olvidado todo lo que había hecho anoche. El estar con Jin había hecho que su mente solo recordara el haber estado con él, pero quien no había olvidado la escapada del idol era su amigo.
Jimin se levantó del sillón donde estaba sentado esperando y fue hacía él casi corriendo. Tae le sonrió pero, cuando estaba listo para abrazarlo, sintió un fuerte golpe en el estómago.