Cuando el idol Taehyung es atacado por haters, queda en peligro no sólo su vida sino también la de su mejor amigo, Jimin.
Es ahí cuando su agencia le asigna al mejor guardaespaldas, pero... ¿será suficiente para proteger a ambos?
[Narración + Socia...
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Iban los cuatro en una camioneta negra, Seokjin manejaba con rumbo a la empresa y Jungkook iba de copiloto. Jimin no dejaba de alabar la presentación de Tae y de felicitarlo por lo que había hecho. Taehyung reía con su amigo, y es que su sonrisa no solo era por el éxito de su presentación si no por recordar como Seokjin se había por fin atrevido a besarlo.
Tae alzó su mirada hacía el retrovisor para intentar captar la de Jin. Cuando los ojos de ambos se miraron Tae le sonrió, pero Jin desvió la mirada y fue cuando el idol notó el semblante tan serio que tenía su guardaespaldas, y comprendió que lo había tenido desde que salieron del show.
Llegando a la empresa, Jungkook sintió a Jin mucho más tenso que antes. Quería hablar con él para saber si algo malo estaba pasando, pero antes de poder hacer algo al respecto la voz de Jimin interrumpió sus pensamientos.
—Kookie —Jimin bajó de la camioneta casi con un saltito—, ¿puedes acompañarme con Eun? Necesita hablar conmigo. —El chico hizo su cara más tierna para lograr sacar a su guardaespaldas de ahí.
Y él era incapaz de negarle algo.
—Claro, Jimin. Vamos.
Jimin caminaba con una gran sonrisa mientras Jungkook lo seguía, Taehyung miró a Jimin y le guiño el ojo en agradecimiento.
—Kim, vamos a mi sala privada. Creo que hay algo pendiente que tenemos que arreglar... —Tae estaba completamente decidido a hablar con Jin sobre sus sentimientos, y qué mejor oportunidad que esta.
—Tengo cosas que hacer, Taehyung. Dentro de dos horas te espero en el estacionamiento. —La voz de Jin fue un poco fría e incluso hostil, Tae no sabía que estaba pasando.
—¿Por qué me hablas así, Jin? Mira, vamos a mi estudio, hay que hablar... —Tae quería sonar firme pero el tono duro de las palabras de Jin lo estaba lastimando.
—No sé de qué hablas, Taehyung. —Jin se sentía horrible por estar hablándole de manera cortante a Tae, pero no podía bajar la guardia ni descuidarse otra vez, mucho menos dentro de la empresa
Seokjin no se sentía capaz ni de ver a los ojos a Tae, así que solo miraba alrededor. Tae se indignó por el comportamiento de Jin. Habían compartido un momento hermoso y ahora lo trataba con frialdad, como si nada hubiese pasado entre ellos.
Tae sentía que Seokjin no le estaba tomando importancia a la situación pero, la realidad era que Jin solo quería asegurarse de que nadie lo viera o escuchara. El guardaespaldas estaba consciente de que cada vez le costaba más ocultar la forma en la que deseaba tomar en brazos a ese chico, no quería delatarse ante cualquiera.
—Arg —gruñó Tae—. Como quieras, Kim. La verdad no voy estar soportando tu bipolaridad, así que me largo.
Taehyung se fue casi corriendo de ahí, no quería que Jin notara lo mucho que le dolió su actitud y que, pese a que había pretendido indiferencia, la verdad es quese sentía con el corazón hecho polvo.