—Lo he intentado... —confesó Jimin—, pero me da miedo hacerlo mal y que vuelva a doler como con Woo.

Oh, maldita sea, pensó Taehyung. Si antes odiaba a ese chico, ahora lo odiaba mil veces más. Le había dado la peor vida sexual a su mejor amigo y de paso, le arruinó varios años más de posible autosatisfacción. Imbécil. Seok Woo era un completo imbécil.

—Escucha, Jimin —le dijo Tae, acercándose a él y tomándolo de las manos—. El sexo no es así como lo viviste con Woo. Ese hijo de puta seguro no sabía ni que debía prepararte, y no me extraña, siempre suele pensar únicamente en él. Pero así no debió haber sido. No si lo haces bien. El sexo es increíble, e incluso cuando te das placer a ti mismo debe ser grandioso.

—Pero no sé cómo...

—Bueno, Mimi. Creo que el atreverte a experimentar con alguien a quien deseas, es la mejor forma de aprender. El asunto es, ¿quién es la otra persona? De eso depende todo.

Los ojos de Jimin miraron tierno cuando levantó el rostro.

—Me gustaría que fuera Jungkook —confesó el chico—, pero tengo miedo de que si le digo esto mismo, me vea como a un niño, yo... quiero que me vea diferente, Tae. Es como... ¿Qué tal si él espera que yo sea increíble... y luego termina decepcionado?

—Oh, Jimin... —Tae quería tratar de no ser tan meloso como le inspiraba el chico al verlo tan frágil, porque sabía que a Jimin le estaba costando trabajo tragarse la vergüenza—. Si algo he notado, es que pareces gustarle a Jungkook tal cual eres. Y tus miedos, dudas e inexperiencias, también son parte de lo que te ha hecho ser así. Me atrevo a decir, que Jungkook no se sentirá decepcionado si terminan teniendo sexo, creo que el cabezón se sentiría feliz de ser quien te enseñe cómo debe de sentirse realmente. ¿No te gustaría que tu primera vez teniendo sexo real fuese con él?

Jimin asintió, seguía tímido, pero sus ojos brillaron con un destello de ilusión.

—Entonces no tengas miedo. Y por favor, por lo que más quieras, te lo suplico —Tae suspiró—. Atrévete a masturbarte un día, Mimi. Te juro que vas a quedar medio loco cuando veas lo que te has perdido.

Jimin comenzó a reír, pero sus mejillas estaban coloradas.

—Lo dices como si lo hicieras seguido, Tete.

Taehyung se irguió con suficiencia.

—Cuatro veces a la semana por lo menos no hace daño.

Jimin abrió sus ojos de par en par, pero luego su expresión fue de genuina confusión.

—¿Haces eso conmigo en la habitación, Tete?

Tae comenzó a reír.

—No, la verdad es que te respeto mucho. Pero a veces no respeto la habitación de Kim. Solo no le digas que aprovecho cuando se va a jugar al Call of Duty con tu cabezón.

Jimin comenzó a partirse de la risa, pero luego recuperó el aliento y reaccionó como si acabara de recordar algo muy importante.

—Oh, por Dios. Tete... —Jimin le entrecerró la mirada—. Realmente le traes ganas a tu guardaespaldas.

Tae sonrió, pero un poco más cabizbajo.

—Jimin, hay más probabilidades de que tú te comas a Jungkook, a que yo me coma a Seokjin. Vivo con ese pensamiento permanente.

Jimin se cruzó de brazos.

—¿Qué tanto te gusta, Tae? Porque la otra noche... con tu escena de celos, hasta yo me di cuenta de lo que sentías. YO. Así que dudo que Seokjin no lo sepa. Es más... ¿has notado cómo te ve?

Tae lo miró, eso le interesaba.

—¿A qué te refieres, Mimi?

—Bueno, es que... Él siempre te ve, incluso cuando piensas que no lo hace. Siempre te está viendo. Y cuando lo molestas, o tratas de sacarlo de quicio, incluso en esos momentos te sigue viendo. No como lo hace Gong, o cualquier otro que quiera que te comportes. Ni tampoco como Somi o yo lo hacemos, porque el amor que nos tenemos es diferente. Seokjin te mira... como si no supiera si desea abrazarte o besarte primero, y creo que debe ser muy obvio porque, repito, hasta yo me di cuenta.

Taehyung se quedó en silencio un muy buen rato, procesando aquello. Jimin, al ver ese rostro tan conmovido e ilusionado de su amigo, terminó de entender la situación.

—Oh, Tete... —le dijo Jimin—. No solo te gusta, ¿cierto?

Tae apretó los labios y negó.

—Estás enamorado de Seokjin, ¿verdad?

Su amigo lo miró y asintió, no tuvo que pensarlo dos veces. Jimin tuvo se acercó para abrazarlo. Era curioso, porque a pesar de que estaban en situaciones completamente diferentes, los dos amigos estaban con una sensación muy similar de sentirse inexpertos en sus propios terrenos de juego. Pero era una suerte que se tuvieran el uno al otro para atreverse a afrontar los riesgos.

Ellos nunca se sentían solos.

Ellos nunca se sentían solos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Problematic Assignment || jikook + taejin || [Terminada✓]Where stories live. Discover now