Cuando el idol Taehyung es atacado por haters, queda en peligro no sólo su vida sino también la de su mejor amigo, Jimin.
Es ahí cuando su agencia le asigna al mejor guardaespaldas, pero... ¿será suficiente para proteger a ambos?
[Narración + Socia...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Taehyung había estado un rato en su celular viendo todo el apoyo estaba recibiendo y se sintió tan feliz y lleno de esperanzas por este regreso.
Todo lo que había pasado, pero principalmente el ataque a Jimin, había hecho que se replanteara por completo su comportamiento. Jin obviamente también había sido parte de ese deseo por querer hacer las cosas mejor, y eso era algo que todavía no lograba entender del todo, pero que tampoco le gustaría cambiar.
Tae miró a su amigo y fue cuando se dio cuenta que Jimin no despegaba la mirada de Jungkook, pero el otro chico seguía con su cabezota en el celular y por eso no notaba lo embobado que tenía al cachorro.
Tae sonrió maliciosamente, con aquella sonrisa maquiavélica que no podía esconder, y supo que era el momento.
—Jimin, es hora de ir a nuestra habitación. —Tae se levantó del sofá y le tendió la mano a su amigo.
—¿Eh? ¿Por qué? Aún es temprano, podríamos quedarnos un rato más..
—No, tengo algo muy importante que debo hablar contigo. Vámonos, Jimin.
Tae agarró la mano de su amigo y se lo llevó casi a rastras de ahí. Jin y Jimin notaron rápidamente las caras macabras de su amigo y supieron que algo malo se avecinaba. El pequeño miró al guardaespaldas pidiendo ayuda pero se dio cuenta que Jin sentía el mismo miedo y que no parecía interesado en involucrarse.
—Buenas noches, Jungkook —dijo Tae—. Gracias por recibirnos en tu departamento.
—Adiós, Kookie... —se despidió Jimin, visiblemente decepcionado por tener que hacerlo tan temprano.
Jungkook ni siquiera pudo despedirse adecuadamente del chico porque Taehyung llevaba casi arrastrando a Jimin hacía su penthouse.
—¿Qué acaba de pasar, Jin?
—No lo sé, pero cuando Taehyung hace esas caras, sé que no planea nada bueno. Así que me quedaré aquí un rato más.
—¿Nada bueno?
—Algo malo va a pasar, lo sé. Esa sonrisa de Tae anticipa problemas. Yo mejor me quedaré aquí.
—¡¿Qué?! ¡Pero se llevó a Jimin! ¿Debería ir por él?
—Pues ve tú, porque yo no pienso estar cerca de Taehyung por ahora.
Jungkook seguía insistiendo que deberían ir con ellos, pero Jin estaba reacio a involucrarse. Aunque la verdad era que Jin tenía miedo de convertirse un daño colateral de lo que sea que Tae planeara, y él no deseaba problemas esa noche.
Mientras los dos chicos se quedaron en un penthouse debatiendo si debían o no ir por los idols, los otros dos chicos ya se encontraban dentro de la habitación de Taehyung.
Jimin estaba sentadito en la cama con sus ojos muy abiertos, igual que un niño que va a ser castigado, porque ya esperaba lo peor.
—¿Hasta cuándo me ibas a decir Jimin? ¿Crees que no me iba a dar cuenta?
Tae estaba mucho más serio de lo que jamás había estado, se encontraba de pie frente a Jimin con los brazos cruzados y con su mirada acusadora.
—No sé de qué hablas, tete.. Me estás asustando... —Jimin tenía una idea sobre a qué se refería, así que puso su puchero más tierno para intentar que Tae no lo regañara.
—¡Ah, no! ¡Ni creas que voy a caer ante tus caritas, Park Jimin! ¡Mira que hacerme esto a mi! ¡A tu mejor amigo, a tu soulmate! Esto es traición, Jimin.
Jimin ya no tenía escapatoria, tendría que confesar su crimen.
—¡Perdóname, tete! —dijo de inmediato el chico, como súplica—. ¡Pensé que no te darías cuenta de eso! Es que... ¡Tu ropa es demasiado sexy y transparente! ¡No pensé que te molestaría tanto que donara un poco! Tenía pensado comprarte ropa nueva y más bonita.
Jimin estaba cansado de ver tanta ropa sensual de su amigo, y tenía la idea clara de hacerle un cambio de look a Tae mucho más tierno. Creyó tener más tiempo antes de que el chico se diera cuenta, pero era claro que lo había descubierto.
—¡¿QUÉ?! ¡¿QUE HICISTE QUÉ CON MI ROPA?!
Taehyung fue hacía su closet y efectivamente, comprobó que tenía mucho menos ropa y muchas de sus prendas favoritas habían desaparecido.
—¡PARK JIMIN! ¡¿QUÉ HICISTE CON MI ROPA?!
—¿Eh? ¿Entonces no te habías dado cuenta?
—¡Arg! ¡Jimin, yo no estoy hablando de esto!
—¡¿Entonces de qué hablabas?! ¡¿Por qué estás tan molesto conmigo?! —Jimin comenzaba a alzar la voz y se había parado frente a su amigo.
—¡HABLÓ DE QUE A TI TE GUSTA EL CABEZA DURA DE JUNGKOOK! —estalló Tae—. ¡¿CREES QUE NO ME IBA A DAR CUENTA?!
—¡¿QUEE?! ¡¿CÓMO...?! ¡¿QUIÉN TE LO DIJO?!
—¡JA! ¡ENTONCES ES CIERTO! ¡¿POR QUÉ NO ME DIJISTE QUE TE GUSTA JUNGKOOK?!
Jimin estaba entrando en pánico, claro que le quería decir a su amigo de sus sentimientos por el chico pero no en ese momento. Así que lo miró y sintió molestia por la forma en la que le reclamaba, pues Taehyung era el último que podría reclamarle algo así.
—¡NO TIENES DERECHO DE RECLAMARME POR NO DECIRTE QUE ME GUSTA JUNGKOOK PORQUE... A TI TE GUSTA SEOKJIN!
Los idols estaban tan concentrados en su pequeña discusión que no escucharon la puerta del penthouse abriéndose. Dos chicos se quedaron completamente en shock tras escuchar los últimos gritos... Seokjin y Jungkook habían entrado al departamento tras muchas insistencias de Jungkook para ir y asegurarse que Jimin estuviera bien, pero al entrar habían encontrado una discusión subida de volumen.
En lugar de asustarse, lo que habían escuchado los habían dejado en blanco a ambos.
Ambos se miraron y comprendieron que debían salir de ahí lo más rápido posible. Retrocedieron lo más sigiloso que pudieron y cuando por fin estuvieron en el pasillo, y con la puerta del penthouse cerrada, volvieron a respirar.
—Kook —dijo Jin, con el corazón en la garganta—. Estamos en graves problemas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.