—Claro, Jimin. No tienes que preguntar. Ve y mientras preparo la mesa.

Jimin llevó su maleta al baño dentro de la habitación de Jungkook. No era la primera vez que veía esa habitación, pero sí fue la primera vez que se detuvo antes de entrar al baño y se quedó contemplando aquella cama con sábanas color oscuro. Se veía tan intimidante desde ahí, y lo único que conseguía rondar en su mente era las veces que Jungkook debió haber dormido ahí con alguien más. Seguramente con personas más experimentadas, más maduras y más atractivas que él.

Vio las almohadas regordetas y se preguntó qué se sentiría estar acostado ahí... ¿Qué se sentiría tener el cuerpo de Jungkook encima del suyo en esa misma cama?

Jimin entró al baño en seguida y se lavó el rostro. Abrió su maleta y sacó su bálsamo de labios, se puso un poco y trató de acomodarse el cabello. Estaba muy nervioso. Tanto que tuvo que contar hasta veinte en inhalaciones profundas. Luego se cambió la camiseta por una más limpia. Era sencilla, pero al menos sabía que el azul le quedaba mejor.

Salió del baño y trató de no mirar hacia la cama. Jungkook ya tenía la mesa puesta, y lo vio servir agua en las copas.

—Creí que te gustaba el vino —dijo Jimin, acercándose a la mesa.

Jungkook sonrió de lado y terminó de acomodar las últimas cosas antes de sentarse.

—He notado que a ti no mucho, Jimin.

El chico se sentó en el otro asiento. Parecía una cena romántica, incluso Jungkook había puesto un plato con fruta en medio y unos canapés. Solo faltaba el vino.

Jimin estaba nervioso, y posiblemente Jungkook lo notó porque mientras comían no dejaba de tratar de hacer contacto visual, pero Jimin era torpe y débil, aún no podía ser capaz de sostener la mirada sin volverse mantequilla derretida.

—Jimin, hay algo de lo que me gustaría hablarte. —Jungkook parecía tenso también, y Jimin tenía la mala costumbre de siempre pensar en los peores escenarios cuando algo lo ponía nervioso.

—¿Es malo?

—No, no es malo. Bueno, yo creo que no lo es.

Tal vez te diga que ya no podrán pasar tanto tiempo juntos, pensó Jimin. Tal vez es el último día que pueda ir a buscarte y por eso todo esto aquí en la mesa. Es una cena de despedida.

Jimin agachó la mirada y asintió.

—¿Me lo tiene que decir ya? La cena está muy rica. —Jimin sonrió, trataba de postergar las cosas para seguir en su burbuja solo un momento más—. O no, bueno, si necesitas decirlo, dilo, Kook.

Jungkook también notó en Jimin una inseguridad más grande de lo usual.

—¿Estás bien, Jimin? Hoy no has hablado mucho.

—Estoy bien. Solo... dime lo que tengas que decir, Kook.

Jungkook suspiró, no encontró mejor momento para decirle. Solo esperaba que Jimin no se molestara por la idea de tenerlo en su día a día afectando de manera directa su espacio personal y privacidad.

—Seokjin está preocupado por tu seguridad —le dijo Jungkook—. Cree que lo mejor sería... que tú tengas tu propio equipo de seguridad. Lo que implica un guardaespaldas. Uno que te acompañe las veinticuatro horas así como él con Taehyung.

—¿Qué? —pese a que no era lo que pensó originalmente, tampoco era algo tan bueno—. Pero... ¿Seokjin no puede cuidarme? Comparto agenda con Tae, me tendrá cerca. Yo no... no quiero.

—¿No quieres un guardaespaldas?

—No —dijo Jimin, firme. Jungkook por primera vez vio un puchero diferente en el chico, era de genuina molestia y frustración—. No quiero a un sujeto invadiendo mi vida todo el tiempo. Tae tuvo suerte, Kim es agradable, pero... ¿Yo? ¿Qué tal si quiero venir a pasar el rato contigo? ¿Estará aquí metido también?

Problematic Assignment || jikook + taejin || [Terminada✓]Where stories live. Discover now