Cuando el idol Taehyung es atacado por haters, queda en peligro no sólo su vida sino también la de su mejor amigo, Jimin.
Es ahí cuando su agencia le asigna al mejor guardaespaldas, pero... ¿será suficiente para proteger a ambos?
[Narración + Socia...
—Así me gusta. —Tae sonrió y comenzó a recoger sus cosas para irse.
—Ya entiendo de dónde aprendió ese carácter Somi. En serio debería dejar de juntarse contigo.. —Tae rió ante las palabras de Min.
—La verdad es, Min, que ella es mil veces peor que yo. Créeme cuando te digo que ese carácter ni de pedo lo sacó de mí. Es que no has visto a mimi enojado.
—Jimin es un ángel, nunca se enoja.
—¡Ja! —soltó sarcástico Tae—. Qué suerte la de los que no han presenciado la furia de mi pequeño monstruito. Espero no te toque verlo cuando se entere quién filtró su secreto.
Dejando a un aterrado productor, Taehyung salió de ahí para ir hacía el estacionamiento donde su guardaespaldas lo esperaba.
Al salir del elevador vio en las puertas de la empresa a Kim, esperándolo. Se quedó un momento embobado observando el porte de Jin, porque él de verdad era muy guapo, y pensar que estaba ahí esperando por él lo inquietaba y le hacía sentir cosas moviéndose en el estómago.
Jin sintió la mirada de Tae y giró su cabeza, encontrándose con su mirada. Ambos se quedaron viendo fijamente por unos segundos, pero en el interior de ambos se sintió como una eternidad. El corazón de ambos latía a velocidad infinita, y entonces comenzaron a caminar a su encuentro.
Tae estaba tan inmerso en los ojos de Jin que no notó a cierta personita correr hacía él, pero fue imposible no notarla cuando le estamparon un fuerte golpe en su brazo.
—¡Ahhh! —Tae se sobaba el brazo y miraba a su atacante. —¡Somi! ¿Por qué me pegas?
Un pequeño puchero surgió en el rostro del idol intentando ser tierno. Jin, que por un momento había corrido hacia ellos creyendo que la chica podía ser una sasaeng, se tranquilizó cuando notó la familiaridad extraña entre ambos.
—¡¿Y todavía te dignas a preguntar porqué?! ¡Mira que todavía no me tienes contenta, Kim Taehyung! Y ni creas que con tus pucheros lograrás salvarte de mis golpes.
Park Somi llevaba todo el día cazando a Taehyung pues quería darle su merecido por no contarle lo que le había ocurrido a Jimin. La chica había estado a punto de irse, pero justo lo vio salir del elevador y no pudo desperdiciar la oportunidad de vengarse. Resultó fácil dado que Taehyung había estado muy distraído viendo otra cosa que Somi no se preocupó en atender.
—Para, Somi bebé —rogó Tae—. Por favor, te prometo que te conseguiré ese maquillaje que tanto te gusta. Auch. Te compraré el celular que querías. —Tae estaba hecho bolita por los manotazos que lanzaba Somi, y solo hasta que dijo eso último la chica se detuvo, pensativa.
—¿El modelo nuevo? Escuché que te quieren hacer embajador de la marca. —Somi meditó un momento, pero luego rectificó—. Mmm, no. Prefiero que me lleves a mí y Jimin de compras en cuanto tengas tiempo, creo que no tiene mucha ropa porque supe que donó mucha hace poco. Y tú, señorito, pagarás por todo, ¿está claro?
Taehyung se enderezó y después de sobarse el brazo otro poco, le sonrió a la chica frente a él de manera muy tierna.
-Lo que tú digas y mandes, bebé, ahora... ¿me permites irme en paz a casa?
—Sí, ya te puedes ir. —Somi, al girar para irse también, vio al guardaespaldas que ante la escena se había quedado petrificado en estado de shock. Y es que nunca creyó posible ver a Kim Taehyung en esta situación tan sumisa y al mismo tiempo adorable.
—Oh, tú debes ser la niñera de tete. —Somi se inclinó para saludarlo y le sonrió—. Muchas gracias por cuidar a este idiota. También sé que has estado cuidando a mi hermanito, así que también te agradezco mucho por eso.
Jin tardó un poco en reaccionar y asintió ante su saludo tan amable, tan diferente a su episodio con el idol apenas segundos antes.
—De nada, solo hago mi trabajo. —Seokjin siempre actuaba con formalidad y distante, pero en esta ocasión sintió más un poco de temor y respeto por la chica, pues ni él había podido domar de esta manera a Taehyung.
—Haces un excelente trabajo, niñero. Tenle paciencia a Tae, te prometo que es más fácil dominarlo una vez que lo conoces bien. Si te portas bien luego te comparto algunos secretos. —Somi le sonrió a Tae, el cual ya se encontraba sonrojado y con cara de fastidio. — Bueno, me tengo que ir. Me saludas a mi hermanito, dile que lo amo. ¡Ciao! —Somi le lanzó un beso al idol y se retiró de ahí como si nada hubiera pasado.
Seokjin volvió a mirar a Tae, el cual intentaba recuperarse de lo que había pasado. Era claro que la chica era como kriptonita para él, y cuánto más se alejaba ella, más recuperaba el control sobre sí mismo el chico.
—Ni una palabra de esto a Jimin, Kim —dijo Tae, y luego siguió caminando hacia la camioneta, tratando de recuperar la dignidad, aunque Jin notó que todavía estaba sonrojado, lo cual le pareció en extremo adorable.
"Si sigues haciendo esos pucheros tan tiernos no sé si logre contenerme Taehyung..." pensó.
Jin sonreía por el rumbo de sus pensamientos, y sin decir ni una palabra más, ambos se fueron con rumbo al penthouse donde los estaban esperando Jimin y Jungkook.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.