* ˚Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ sᴇɪs· . ·

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𝐕𝐞𝐫𝐨𝐧𝐚, 𝟏𝟖 𝐝𝐞 𝐣𝐮𝐧𝐢𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏.

—A ver, ¿enserio, Dani?

—Era totalmente necesario, ¿vale?

—Pero si no tienes ni idea de italiano —a las palabras del mayor lo acompañaban risas, que de forma instantánea causaron que una mueca de reproche se dibujase en el rostro de la muchacha.

—¡Puedo aprender!

—Ajá. ¿Al igual que ibas a aprender francés hace un mes? —de nuevo, más risas; y en aquella ocasión Daniela acabó uniéndose a ellas.

—La intención es lo que cuenta. Y quizás el francés no, ¡pero te juro que con el italiano irá mejor! Además, ahora tengo un incentivo.

Entre los brazos de la española reposaba un libro de la obra teatral de William Shakespeare, "Romeo y Julieta"; o en aquella ocasión, "Romeo e Giulietta". La versión en italiano que Daniela no se había resistido a comprar.

—Y ahora, ¿preparada para ir al balcón de Julieta?

La sonrisa que la chica le regaló a Kepa bastó como respuesta. El futbolista, tras atrapar la mano libre de su novia, puso rumbo hacia el lugar que, minutos antes, un amable veronés les había indicado.

—Oye, quería darte las gracias.

Confundido ante las repentinas palabras de su novia, Arrizabalaga la miró de reojo.

—¿Las gracias por qué?

—A parte de por todo, por esto.

—Y esto, ¿qué es? —tras formular aquella pregunta, pudo vislumbrar una sonrisa en el semblante de Daniela.

—Verona. Milán, Roma, Florencia, Venecia —la emoción con la que mencionaba cada uno de los lugares que formaban parte de aquellas vacaciones, hizo sonreír al joven—. Italia.

En cuanto pronunció el nombre del país, dejó de caminar; obligando así a Kepa a cesar sus pasos. Aún más confundido que hacía un par de minutos, se situó frente a la chica y la miró dudoso.

—Para mí es mucho más que un viaje. Es el viaje —con énfasis, resalta el artículo "el" —. Cuando teníamos trece años, Leire y yo elaboramos una lista de deseos. En total eran cien cosas que queríamos hacer antes de morir. Entre esos deseos estaba el de adoptar un perro, el cual he cumplido hace dos años al sacar a Stiles de la calle; aprender a hablar otros idiomas, que está en proceso; montar a caballo, lo cual resultó ser traumático; o hacer un tour por Italia. Ocupaba el tercer puesto de la lista, justo por debajo de enamorarme y conocer al amor de mi vida. Y, no solo me has hecho cumplir el tercero, si no que has logrado los dos primeros.

Enamorarse y encontrar al amor de su vida también eran objetivos que el vasco deseaba cumplir. Metas con las que soñaba tras sus múltiples fracasos en el amor. Y ahora, tres meses y medio después de conocer a Daniela, y tras las palabras de esta, podía confirmar que había alcanzado sus deseos. Ella, sin ser consciente, se había acabado convirtiendo en todo lo que el futbolista buscaba.

—Y, entre esas treinta cosas que hacer antes de morir, ¿está el irte a vivir con el amor de tu vida?

La expresión de la chica lo decía todo. Emoción y sorpresa a partes iguales ante la repentina cuestión formulada por el mayor.

—¿Qué?

—¿Qué si quieres irte a vivir conmigo? Prácticamente nos pasamos el día juntos cuando estamos en Londres; y, aunque quizás sea muy precipitado, es lo que quiero. Quiero despertarme todas las mañanas a tu lado y lidiar con tu humor de perros a primera hora de la mañana; y quiero prestarle a Stiles mi jardín para que haga excavaciones, si quiere —ante la última declaración, ambos rieron—. ¿Qué me dices?

Dᴜsᴋ ᴛɪʟʟ ᴅᴀᴡɴ ||Kᴀɪ Hᴀᴠᴇʀᴛᴢ||Where stories live. Discover now