Dᴜsᴋ ᴛɪʟʟ ᴅᴀᴡɴ ||Kᴀɪ Hᴀᴠᴇʀᴛᴢ||

* ˚Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴄɪᴏᴄʜᴏ· . ·

𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 𝟎𝟕 𝐝𝐞 𝐚𝐛𝐫𝐢𝐥 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏

—¡Me habéis vuelto a liar! Yo debería estar estudiando, porque mi plan es graduarme en dos meses, ¡y aquí estoy! Tirada en el sofá comiendo porquerías y viendo un partido de fútbol.

—¿Liarte nosotras? —la contestación provenía de la irlandesa, puesto que la primera reacción de Leire fue reírse de las palabras de su mejor amiga—. Pero si te has liado tú sola.

—Aún estás a tiempo de encerrarte en tu habitación y plantarte detrás de una pila de libros —agrega la otra joven, cuando logró cesar las risas.

—¿Y dejaros aquí solas cotilleando? No, gracias.

—¿Entonces de qué te quejas?

Daniela se encogió de hombros y le arrebató el bol de palomitas a su mejor amiga antes de volver a centrar su mirada en el televisor. El partido de ida de cuartos de final contra el Oporto estaba a punto de comenzar. Pero aquella no era precisamente la parte por la que la española había dejado de lado los estudios aquella tarde, y sus palabras no tardaron en opacar al comentarista.

—Oye, Kepa me comentó una cosa.

—Ajá.

La mirada de Leire permanecía clavada en la pantalla, contemplando como el árbitro pitaba el inicio del partido. Cuando, tres días atrás, habló con el vasco, supo que este le acabaría contando a Daniela lo poco que le confesó en el trayecto del Cobham Training Centre al apartamento que compartía con su mejor amiga. No le importaba, sinceramente. Ni tampoco le molestaba que su amiga sacase el tema en aquel instante.

—¿Qué sientes por Declan?

Una pregunta tan simple como complicada. Sí en aquellos días la mente de Leire no se había aclarado, tanto Daniela como Kera conocían la respuesta. Una contestación que no iba a resolver ninguna incógnita, pero que podría conducir al punto al que pretendían llegar sus amigas.

—No lo sé.

Y era la realidad. Ella misma le había dado vueltas a aquella pregunta desde su charla con Arrizabalaga; pero no había sido capaz de dar con una respuesta. Cierto era que se sentía a gusto con el centrocampista del West Ham, y que la noche de cita todo había sido genial, pero...

—Te cambio la pregunta. ¿Te gusta Declan? —más directa y concisa, y para la cual sí que tenía, más o menos, una respuesta.

—Creo que no —era exactamente la misma contestación que le había ofrecido a Kepa tres días atrás.

—¿Y Kai?

En ese momento sí apartó la mirada del partido y observó a sus amigas. Ambas se encontraban a la espera de una respuesta. Sí o no, era sencillo, y sin embargo no fue capaz de formular ningún tipo de contestación.

—Sabemos que fue él el que estuvo aquí aquella noche —señala la irlandesa, recordando el pequeño interrogatorio que Daniela le había hecho a su mejor amiga el día después de su cita con Kepa. Cuando regresó a casa y se encontró los restos de una noche que incluía a una segunda persona.

—Le invité a cenar. No tiene mayor importancia —de nuevo, su atención se dirige al Chelsea, quien en aquellos instantes poseía el balón.

—Para él sí que la tuvo —vuelve a hablar la joven Byrne—. Se lo contó a Mason...al día siguiente. No eres consciente del bien que le haces. De la seguridad que le trasmites, y de la paz que le aportas. No sé que has hecho, pero para él ha significado mucho.