Dᴜsᴋ ᴛɪʟʟ ᴅᴀᴡɴ ||Kᴀɪ Hᴀᴠᴇʀᴛᴢ||

* ˚Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇᴄᴇ· . ·

𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 𝟑𝟎 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐫𝐳𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏.

—Hace un par de semanas me dijiste que las uñas mordidas no estaban de moda, ¡así que déjalas tranquilas!

El inminente manotazo que recibe logra su objetivo principal, que separe las manos de la boca. Y finalizado aquel acto de nerviosismo, dio paso a un constante meneo de la pierna izquierda.

—Daniela, ¿quieres tranquilizarte?

—Es la primera cita que tengo con un chico desde lo de Álvaro. ¡Y a aquello ni siquiera se le podían llamar citas!

—Pues déjate llevar y deja de comerte la cabeza. Y cámbiate ya de ropa, no hagas esperar a Kepa.

—¿Sabes? Podías aplicarte el cuento.

—¿De qué hablas, Dani?

—De tu cita con Declan. Mucho intentar tranquilizarme a mi, ¿pero te has visto a ti? Llevas siendo un matojo de nervios desde que te lo pidió. 

—No tengo una cita con Declan.

—Eso no es lo que me han contado.

—A esa gente tú no le hagas ni caso. Es una quedada de amigos para ir a tomar algo, que es lo mismo que hice con Mason, Tammy y Ben en su momento. Ya está.

—Ajá. Una quedada de amigos porque cita te gustaría tenerla con otra persona, ¿no?

Aquel comentario la dejó totalmente fuera de juego. No se esperaba aquella contestación, y por consiguiente, su mente se quedó completamente en blanco durante unos, a parecer de Daniela, eternos segundos.

—No sé de que hablas.

—¿Ah, no? He visto como te apagaste los dos días que se pasó sin hablarte.

—Él también es mi amigo. Fin de la conversación.

Para Daniela aquella conversación estaba lejos de estar finalizada, pero por el momento prefería dejarla aparcada de lado. Ya tendría tiempo en otro momento para volver a sacar el tema. Porque una parte de ella sabía que su amiga no estaba siendo del todo sincera.

—¿A qué hora pasa Kepa a por ti?

—¿Y Declan?

—¿Puedes...dejar a Declan dos segundos y centrarte en tu chico? Porque de las dos, la que tiene una cita eres tú.

—A las ocho —contesta rendida—. Me doy una ducha rápida y me cambio. ¿Contenta?

—Mucho. Mientras, voy aprovechar para pedir una pizza o cualquier cosa para cenar.

—Puedes aprovechar e invitar a Declan, y así tenéis hoy ya vuestra primera cita. ¿Por qué esperar a mañana?

—Sabes que yo no estoy en contra de la violencia, ¿verdad?

—Mejor me callo y me voy a duchar.

—Mejor.

En cuanto Daniela ingresó en el baño, suspiró aliviada. Aquellos momentos no los había echado nada de menos el tiempo que estuvo separada de su mejor amiga. Aquellos interrogatorios sobre sus "citas", que lejos estaban de ser eso. Aunque en aquella ocasión, a pesar de no querer admitirlo, era bastante probable que sí fuese una.

—Qué opinas Stiles, ¿pizza o hamburguesa? —ante la pregunta el perro inclinó la cabeza, acto que causó ternura en la chica—. ¿Y si...le llamamos? ¿O prefieres cena para dos?

A pesar de que el animal no podía entenderla, hablar con él ya era una costumbre de la que no podía deshacerse. Y, durante unos segundos, contempló el rostro de Stiles meditando si aquella noche sería una cena para dos, o para tres. Ya que las anteriores palabras de su amiga habían tenido repercusión en ella.