Cuando el idol Taehyung es atacado por haters, queda en peligro no sólo su vida sino también la de su mejor amigo, Jimin.
Es ahí cuando su agencia le asigna al mejor guardaespaldas, pero... ¿será suficiente para proteger a ambos?
[Narración + Socia...
Jungkook comenzó a subir, y por alguna extraña razón una sensación pesada en su pecho comenzó a surgir. Realmente había visto esa maldad en la mirada y sonrisa chueca de los encapuchados. No lo estaba imaginando.
—Se detuvo en el piso quince —dijo el guardia desde el radio—. Se quedó parado ahí.
—Busquen a Kim Seokjin —respondió por el aparato, sin dejar de subir—. Es parte de la seguridad de la agencia de los idols, díganle que traiga al staff.
Los siguientes pisos no tardó en subirlos, para su fortuna su condición física era muy buena. Cuando llegó a la puerta con el número 15, Jungkook entró al pasillo de aquella área y notó que todo estaba vacío, pero la puerta del elevador estaba abierta, la pierna de una persona impedía que pudiese cerrarse. La persona estaba en el suelo.
La persona era Park Jimin.
—Cierren el edificio —dijo Jungkook por el radio mientras corría hacia donde estaba el chico—. Llamen a la policía y busquen a tres sujetos encapuchados. Revisen las cámaras de seguridad.
Jungkook llegó hasta el elevador y su corazón se estrujó cuando encontró a aquel chico que había visto antes, tan frágil y angelical, ahora hecho un ovillo en el suelo y sollozando débilmente mientras se abrazaba a su estómago. Su pierna estaba estirada y era lo que impedía que el elevador se cerrara y pudiese bajar.
—Oye, oye —susurró Jungkook mientras trataba de ayudarlo. La primera reacción del chico fue de pánico y trató de protegerse el rostro, como si esperara un golpe. Como anticipando más golpes.
El corazón de Jungkook se hizo añicos al verlo de esa forma. Su único deseo fue protegerlo, así que trató de calmarlo con siseos.
—Descuida, descuida, no te haré daño. Ellos ya se fueron.
—Me duele —fue lo primero que le dijo el chico. Jungkook se estiró para presionar el botón de stop del elevador y luego ayudó al pelinegro a sentarse con cuidado. Jimin se quejó un poco y luego levantó la mirada. Tenía el labio ligeramente partido y una hilera de sangre en la ceja.
Fueron esos ojos, esos tristes ojos llenos de dolor y tristeza los que acabaron con el corazón de Jeon Jungkook.
—Quiero ir a casa —dijo el chico, y una lágrima se desbordó por su mejilla—. Estoy bien, solo quiero ir a mi casa.
—No creo que conozcas el significado de "bien" si lo aplicas en este momento.
Jimin lo miró, Jungkook quitó de su rostro un poco de esa sangre que había caído de su ceja y de paso, le acarició el rostro por inercia. Jimin estaba demasiado aturdido como para notarlo.
—¿Jungkook? —se escuchó la voz de Seokjin provenir del pasillo y luego muchos pasos veloces hacia el elevador donde se encontraban ambos.
Se movió para darle espacio a Seokjin, pero también a parte del staff de la agencia y a un Kim Taehyung con el rostro pálido. El idol se soltó de un sujeto que trató de detenerlo y luego se metió al elevador para acercarse a su amigo que seguía tratando de no verse tan débil y golpeado.
—Mimi —dijo Tae con la voz quebrada mientras inspeccionaba el rostro del chico. Jungkook, por su parte, se puso de pie y se giró hacia un confundido Seokjin.
—Fueron tres sujetos —le dijo de manera fría. No podía con la idea de que alguien pudiese ser capaz de hacerle algo como eso a ese pobre chico—. Mandé a cerrar el hotel. Puedes disponer de las cámaras de vigilancia que necesites, y de todo lo que sea de utilidad para encontrar a esos malditos bastardos.
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