Jimin miró a su amigo y sus labios se apretaron en un ligero mohín del que no estaba siendo consciente.

—Oye, no me mientas, Tete.

—¡No te miento! Seokjin, dile que no le miento. Repite lo que me dijiste esta mañana antes de irnos a la agencia.

Seokjin miró por el retrovisor a Jimin y a Taehyung antes de decir:

—Es cierto. Le dije a Taehyung que estabas teniendo mucha exposición y que no sería mala idea que te pusieran a tu propio equipo de seguridad. Atraes mucho la atención de las personas, Park Jimin.

El pequeño se acomodó en su asiento, pensativo. Tae sonrió con orgullo y palmeó el hombro de Seokjin como diciendo "buen trabajo, cachorro".

Jimin se sentía tímido, posiblemente hasta inseguro de que aquello fuese del todo preciso. Sabía que tenía fans, pero siempre había creído que eran más oyentes casuales o purples que escuchaban su música por asociación o curiosidad, dado que él era el amigo de Taehyung.

Quizá por eso siempre se esforzaba más de lo necesario. No quería que las personas creyeran que usaba a su mejor amigo para conseguir atención. No lo hacía, Tae era la persona más increíble para él; divertido, talentoso, extrovertido y auténtico. A él no le costaba trabajo gustar a la gente. Incluso, y a pesar de todos los problemas en los que solía meterse Tae, siempre terminaba por enamorar a las masas. Por eso Jimin lo admiraba tanto, pero él no era como Taehyung, no sabía cómo ser espontáneo, aventurero... Nunca podría ser capaz de llegar a la agencia un día y mostrar cinco perforaciones nuevas a Eun. No tenía la valentía de jugar con la cordura de alguien, de la forma en la que él lo hacía con Seokjin, al estilo de caminar en calzoncillos por dos semanas en la misma casa y hablar de sus conquistas sexuales frente a él solo para incomodarlo.

A Jimin siempre le hacía feliz ver a su amigo así de auténtico, era una picardía innata que muchos idols solo podían aspirar a imitar. Pero Jimin no era como él, muchos todavía lo trataban como un bebé al que debían cuidar, y no los culpaba. Así se sentía Jimin también, como un pequeño que no podía valerse en la vida por sí solo y que aún no tenía la suficiente experiencia para lanzarse al mundo por su propia cuenta.

Por eso era tan difícil de creer para él que le dijeran que había gente que lo admiraba, porque tal vez no se sentía del todo digno de esa admiración.

Como si su mejor amigo le estuviera leyendo la mente, Tae se acercó a Jimin y lo abrazó. Seokjin estaba estacionando el auto en un área privada, y cuando apagó el vehículo, Tae le dijo sin voltear a verlo:

—Danos un segundo a solas, Kim. En seguida bajamos.

Jimin, solo cuando el guardaespaldas de su amigo se había bajado del auto, se atrevió a devolver el abrazo a su amigo porque sabía que eso detonaría un pequeño sollozo.

—Tengo miedo, Tae.

—¿De qué tienes miedo, cariño? Todo saldrá bien.

—Tengo miedo de volver a arruinar las cosas. Todos confían que lo haré bien, pero siento que en cualquier momento volveré a fallar como antes y decepcionaré a todos una vez más.

—Oye, oye. —Tae abrazó más fuerte al chico—. Eso no va a pasar. Dios, Jimin, haces cosas en el escenario que ningún idol de la agencia o el medio podría. Y eso me incluye. Eres increíble. Y eso que pasó antes... no volverá a ocurrir, porque eres bueno en lo qué haces. Y aunque ocurriera, mimi. Dios, ¿sabes cuántas veces me he equivocado yo? Somos humanos.

—Es diferente, a ti todos te aman, Tae.

—Y a ti te van a amar, cuando salgas y dejes que te vean tal cual eres, el mundo entero va a amarte. Así como yo, y todos los que te conocen de verdad, mimi.

Problematic Assignment || jikook + taejin || [Terminada✓]Where stories live. Discover now