Cuando el idol Taehyung es atacado por haters, queda en peligro no sólo su vida sino también la de su mejor amigo, Jimin.
Es ahí cuando su agencia le asigna al mejor guardaespaldas, pero... ¿será suficiente para proteger a ambos?
[Narración + Socia...
—Oh, lo siento —dijo el chico, como si acabara de cometer un error—. No sabíamos que había programado otro ensayo, pedimos la sala unas horas y nos dijeron que estaba libre.
—No, descuida. Olvidé registrarme —le dijo, aunque en realidad era mentira. La verdad era que a veces preferiría no solicitar la sala porque Hoseok, su coreógrafo y encargado de las salas de ensayo, se daría cuenta de que pasaba más horas de las permitidas en la agencia—. Ya me estoy yendo.
El chico terminó de entrar y luego se le unió otro, iban con sus maletas deportivas y charlando sobre el tema del baile que iban a ensayar. Jimin los reconoció fácil, así que se apresuró a meter el resto de sus cosas antes de que entrara el líder de aquel grupo que estaba por ensayar.
Pero fue tarde, cuando estaba cerrando la maleta, alguien puso su bolsa en la silla junto a donde aún estaba la suya.
—Jimin —dijo aquel chico. La última vez que lo había visto tenía el cabello oscuro, pero ahora se lo había teñido violeta. Posiblemente sus fans se alterarían y lo harían tendencia porque la realidad era que sí se veía sumamente atractivo.
—Woo —saludó Jimin, cortés pero no tan efusivo como para que creyera que era un gusto verlo—. Ya me retiro, descuida.
—Ey, aguarda —le dijo Seok Woo. El chico miró hacia sus compañeros que seguían poniéndose sus zapatos y algunos se cambiaban la ropa—. Tardarán otros cinco minutos.
—Sí, pero, la verdad es que me están esperando, Woo.
—¿Taehyung?
Jimin se limitó a asentir, el otro chico suspiró y se encogió de hombros.
—He escuchado mucho de él últimamente. Realmente no creí que seguirías tan unido a él después de todos los escándalos y desmanes. Ya sabes, tú, el Idol bien portado de la agencia. Creo que lo más escandaloso que has hecho desde tu debut es dejar la pasta dental abierta.
Pese a que Woo sonrió, Jimin no lo hizo.
—No conoces a Taehyung. Él no es como los medios lo pintan.
—Entiendo, sí. Descuida, Jimin. Lo sé. Incluso desde que tú y yo éramos novios, supe que tú vínculo con Taehyung era muy grande.
—Sí, ya hace mucho tiempo de eso, Woo.
—Y aún así, no has salido con nadie más.
—No por falta de oportunidades, para tu información. Sino por falta de tiempo.
Seok Woo sonrió de lado.
—Lo sé, te entiendo. Yo más que nadie te entiende y lo sabes. Yo era como tú, y sé que tu vida es solo ensayar y tratar de hacer todo bien. Un novio es algo difícil de manejar cuando uno tiene agenda llena.
—Sí, sí. Me lo dijiste cuando terminaste conmigo. ¿Eso es todo? De verdad debo marcharme y recordar el pasado no es de mis cosas favoritas cuando estoy tan sudado y cansado.
—¿Qué tal en otra ocasión? ¿Podríamos vernos luego para hablar?
Jimin entornó la ceja y suspiró.
—¿De verdad estás haciendo esto, Woo?
—¿Qué cosa?
—Intentar acercarte a mí ahora que ya se anunció la separación de tu grupo. Vaya, sé que están dando sus conciertos finales, y sé que dejarán las promociones. El que tú estés acercándote a mí nuevamente solo reafirma que eres un idiota. ¿Terminaste conmigo cuando debutaste y ahora que tu grupo se separa, vienes a buscarme?
—Seok Woo —dijo un chico de los que estaban esperando para ensayar. Eran cuatro chicos más hasta el otro extremo de la sala, observando. Jimin notó que reían entre ellos pero no mantenían ese mismo gesto cuando miraban a Woo—. ¿Ya estás listo o también en los ensayos dispondrás de nuestro tiempo a tu antojo?
Jimin apretó los labios y trató de no manifestar con su rostro la ligera sorpresa e incomodidad al escuchar aquello.
Woo frunció los labios y asintió. Era evidente que ese grupo no se estaba disolviendo por temas de contrato sino por problemas internos, y muy posiblemente el problema interno era Woo, a quien ya no trataban tan bien aquellos que solían ser sus amigos.
—Ya voy. —Antes de girarse, Woo miró a Jimin y su gesto fue ahora más decaído—. De verdad me gustaría que habláramos otro día, Jimin. Sé que tú y yo tenemos un pasado difícil, pero incluso así nunca me has odiado. Y puede que seas la única persona en la agencia que al menos no me quiere arrancar la cabeza cada vez que me ve. ¿O acaso sí la quieres arrancar?
Jimin se mordió el labio y negó. Sí que lograba tener un poco de compasión por ese chico después de todo, y es que sí, era complicado porque lo había hecho sufrir, pero también se habían querido, y el único pecado de Woo fue poner su carrera antes que a él. Y Jimin ya no estaba tan seguro de si habría tomado la misma decisión de haber estado en su lugar.
—Tal vez no la cabeza, pero tal vez sí algunos dedos.
Woo sonrió, Jimin hizo lo mismo.
—¿Hablamos luego, Jimin? —insistió una vez más el chico antes de tener que irse.
Para evitar que siguiera haciendo esperar a sus compañeros, Jimin asintió, y le indicó con la cabeza que fuera a ensayar.
—Ahora ve —le dijo Jimin, echándose su bolsa en el hombro—. Nos vemos luego, Woo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.