Cuando aquel hombre aún reinaba No Stranger y Nevs solo era un pasante en aquel entonces.

Me prometió una vida nueva, donde iba a crecer física y emocionalmente a cambio de prestar mi cuerpo para unos nuevos experimentos que estaban haciendo a las personas.

Según él, eran experimentos de bajo rango donde las personas podían seguir con sus vidas una vez que terminaba aquello ya que no era peligroso.

Que ingenuo fui, pero no tenía la culpa, aquel hombre se había aprovechado de la vulnerabilidad y desesperación que tenía cuando era más joven.

Sin casa, sin familia ni amigos, no tenía absolutamente... nada.

Pensé que Dios había mandando un ángel para iluminar mi vida en aquel instante.

Sin embargo no fue así, me habían mandando al mismo Lucifer aquel día.

Cuando llegué al lugar donde iban a experimentar con mi cuerpo, era un lugar angosto y con bastantes aparatos los cuáles no entendía, sin embargo yo seguí las instrucciones al pie de la letra como ellos me indicaban.

Me hicieron pruebas de ultra sonido, ondas sonoras de mi corazón, me sacaron sangre, y millones de cosas las cuáles les indicaba como era mi cuerpo y si me encontraba bien de salud.

Si lo estaba.

Y antes de que pudiese darme cuenta de la gravedad de la situación, ellos me habían inyectado anestesia en mi cuerpo prometiendo que pronto volvería a mi nuevo hogar.

Y al día siguiente desperté sintiéndome totalmente extraño, de repente los sonidos de mi corazón se hacían cada vez más fuertes y mi capacidad de escuchar había aumentado demasiado, podía escuchar bastantes conversaciones que se encontraban a lo lejos...

Me sentía extraño, sin embargo pensé que aquello no era la gran cosa hasta que noté los primeros cambios. Mi cabello era completamente blanco por lo cual me sorprendí al ver aquello, no pensaba que mi nueva vida iba a involucrar este tipo de cosas.

Me siguieron haciendo pruebas hasta que a medianoche las diferencias fueron cada vez más grandes, de repente tenía una sed... de sangre. Imágenes asesinando, torturando, descuartizando, quemando cuerpos pasaban como rayos de luz a través de mis ojos en un sinfín de segundos.

Y anhelaba aquello, quería sentir aquella satisfacción que prometía aquellas imaginaciones.

Y sucedió.

Cometí mi primer crimen con un ayudante de Addar que se encontraba aquella noche inspeccionando mis cambios corporales.

No sabía cómo explicarlo sin embargo... era como tener demasiada sed. Quieres, anhelas, necesitas tomar agua para seguir viviendo, para estar satisfecho y sentirte conforme con aquello.

Esto era lo mismo (incluso mil veces mejor) que tomar agua.

Lo necesitaba todo el maldito tiempo.

Yo no comía los cuerpos, no era caníbal. Tampoco los abusaba, ni nada por el estilo.

Solo con ver la sangre brotar de sus pechos, ser consciente de que sus respiraciones se cortaban y que sus corazones dejaban de latir era lo suficiente para alegrar mi maldito día.

No Stranger © #1 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora