Y si... Noah (Parte 2)

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Después de un buen rato mirando al estanque mientras Noah lanzaba piedrecillas al agua, le pregunté si le apetecía comer algo, tras un día y un viaje tan movido, necesitaba con urgencia algo de comer... Noah aceptó y nos dirigimos al pequeño local de comida rápida que se encontraba dentro del campus.

Una vez sentados en aquellas sillas de plástico, decidí que tenía que ser justa y sincera con Noah, y que no quería ser un tornado que revolucionase su vida y su futuro, bueno, más de lo necesario...

- Noah..., creo que deberíamos hablar de como vamos a gestionar todo, he pensado que al menos hasta que nazca el bebé, podemos ir hablando de las cosas importantes, tampoco quiero que cambies tu vida por mi culpa. - dije algo incómoda.

- Mel, no seas tonta, es mi hijo, y quiero ser parte de su vida, pero creo que tienes razón, al menos hasta que nazca podemos mantenerlo a distancia, aunque seis horas en coche no es mucho a mi parecer. - dijo mientras sorbía por la pajita de su refresco.

- Noah, no has conducido en tu vida más de media hora, ni siquiera cuando te dije que iba a tocar One Direction en los Ángeles y me dijiste que era demasiado trayecto en coche...

- Si te soy sincero, me dolió demasiado que Zayn se marchase del grupo... - dijo para excusarse...

- Eres un mentiroso, te va a pasar como a Pinocho... - dije para hacerle de rabiar.

- Lo dice la chica que le iba pidiendo muestras de ADN a chavales y que le dijo a un dios griego de intercambio que besar en los labios y dar muestras de ADN era lo más normal de California. - me rechistó.

- Puede que no sea una santa, pero... , Noah, ¿puedo preguntarte una cosa?

- Claro que sí boba, pero ya me has hecho una pregunta. - dijo mientras me robaba mis patatas.

- Te lo digo enserio, ¿sientes algo por Lucy? - pregunté bastante incómoda, y la sonrisa que se asomó en su rostro no mejoró las cosas...

- Es una chica increíble, y sé que no os lleváis genial, pero... Mel, Lucy es buena persona, solo hay que saber como conocerla de verdad. - dijo mientras le brillaban los ojos, sin duda alguna, aquella bruja había hechizado a mi mejor amigo.

- Ahora mismo es como si intentases defender al mismo demonio. - dije intentando sonar de broma, aunque esa no fuese mi verdadera intención...

- No seas bruta, no es para tanto...

Estaba claro que Lucy iba a convertirse en un tema tabú, pero si él era feliz con ella, yo debía asumirlo y alegrarme por él...

***

Tras aquella cena, aclaramos como serían los meses siguientes, Noah vendría a las consultas médicas y yo le iría contando como estaba mediante videollamadas rutinarias, según mi punto de vista, acabaríamos pareciendo una relación a distancia, quitando el hecho de que su verdadera novia dormiría a escasos metros de mi cama y que cuando él viniese "a verme", pasaría el resto del tiempo con ella...

***

Las semanas fueron pasando, y  cuando Noah venía a la casa de las Alphas, todo se volvía mucho más incómodo, ver a Lucy y Noah como pareja era demasiado para mí, quizás fuesen las hormonas o que no soportaba ver a mi mejor amigo con alguien como ella...

Los meses fueron pasando y la madre de Noah y la mía ya le habían preparado al bebé todo su vestuario para los próximos tres años, sin importarles ni siquiera el hecho de que no sabíamos el sexo del bebé... 

Eran finales de mayo cuando Noah llegó a la casa de las Alphas para otra revisión... Yo acababa de salir de la ducha cuando oí la puerta principal de la casa abrirse y los gritos de Lucy, los cuales indicaban la llegada de Noah. No tardé mucho en vestirme y bajar para saludarle.

Mientras bajaba los escalones, los cuales cada día me parecían una prueba física imposible, las voces de la "pareja feliz" iban incrementandose, y una vez entré en la cocina, pude ver a mi amigo con una barba de un par de semanas, y a la bruja de su novia con los brazos alrededor de su cuello, ojalá me hubiesen hecho una foto, porque mi cara reflejaba a la perfección el asco...

La pareja se separó apenas un par de milímetros cuando se dieron cuenta de mi presencia.

- Hola pequeña ballenita. - dijo Noah antes de abrazarme. - ¿cómo estáis? - dijo señalando a mi vientre.

- Intentando no matarte por haberme llamado ballena. - dije antes de darle una colleja amistosa.

- Lo decía como cumplido, no todas son tan monas. - dijo con tal de librarse de otra colleja...

- ¿Cuando tenéis la cita? - preguntó Emma que estaba preparando su desayuno.

- En una hora, mierda, pensaba que nos quedaba más tiempo. - dije tras mirar la hora en mi teléfono.

- Pues dejo mi bolsa arriba y nos vamos, ¿vale? - me dijo Noah antes de darle un beso en la mejilla a su novia. - Nos vemos luego corazón.

Diossss no aguantaba tanto amor, ¿puede que los celos me estuviesen jugando una mala pasada? SÍ, ¿Qué no lo iba a admitir tan fácilmente? , TAMBIÉN... 

Noah dejó sus cosas en la habitación de la Barbie demoniaca y ambos fuimos de camino a la consulta, mi médico había sido madre hace poco, por lo que no paraba de comparar su caso con el mío y aquello comenzaba a estresarme más de lo necesario... 

Cuando me tumbé en la camilla y me pusieron el frío gel en el vientre, Noah le pidió a la doctora un poco de aquel gel, entonces, se levantó su camiseta y comenzó a esparcírselo sobre su musculoso vientre, joder, ¿Cómo conseguía estar tan bueno? , malditas hormonas...

- Noah, ¿Qué haces? - le pregunté algo confusa.

- Pues igualar un poco las cosas... - dijo con una sonrisa que podía derretir cualquier iceberg de la Tierra.

- Eres demasiado infantil cuando quieres. - le dije devolviéndole una sonrisa.

- Chicos, creo que ya lo tengo. - dijo mi médico mientras enfocaba la imagen de nuestro bebé y Noah me cogía de la mano. - Creo que ya puedo deciros que es, es ....

- Puede esperar unos segundos. - le pedi.

- Claro, lo que necesites Mel. - dijo ella mientras me dedicaba una sonrisa.

- ¿Estás listo? - le pregunté a Noah mientras le apretaba la mano. - Porque yo no estoy muy segura. - admití.

- Mel, no seas miedica, o tenías miedo cuando aprendimos a montar en bici sin ruedines, si no tuvieste miedo entonces, no lo tengas ahora... - dijo antes de besarme en la frente. - Recuerda, Mel, todo va a salir bien,  ¿no?

Joder, porque tenía que ser tan dulce, o quizás simplemente eran las hormonas y la falta de sexo que me hacían sentirme tan enamoradiza...

- ¿Estáis listos? - preguntó mi medico.

- Sí, lo estamos. - afirmé antes de sonreírle a Noah.

- Pues, os felicito, vais a tener... 

De la A a la ZWhere stories live. Discover now