Y de Yoel

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Era mediados de noviembre, cuando Katy y yo nos cruzamos a Yoel en la cafetería...

Katy y yo acabábamos de salir de dos exámenes, cuando decidimos parar a comer en la cafetería, antes de volver a la casa. Abas estábamos en nuestra mesa de siempre disfrutando de nuestra merecida comida, cuando un chico que me resultaba conocido, se sentó en nuestra mesa.

- Hola, soy Yoel, voy a tu clase de Lenguaje y comportamiento humano, ¿Cómo te ha salido el examen? – dijo mientras le daba un sorbo a su refresco, Katy y yo estábamos de piedra, no sabíamos cómo reaccionar ante aquello, por lo que decidí ser educada y amable y contestarle...

- Bastante bien, ¿a ti?

- Mmm, no es lo mío, doy esa clase hasta que vuelva mi profesora de dibujo, estudio diseño. – dijo mientras le daba otro sorbo a su vaso antes de comenzar su plato de ensalada.

- Mmm entonces, te gusta el arte. – dijo Katy que no quería sentirse tan apartada de la conversación.

- Sí, supongo que sí, pero todavía no he encontrado a mi musa. – dijo mientras se giraba para mirarme a los ojos, los ojos de Yoel eran marrón oscuro y su larga melena castaña le pasaba de los hombros.

Yoel se pasó el resto de la comida con nosotras, al final he de admitir que no fue tan mal como me imaginaba, todo lo contrario, Yoel, aunque era un poco raro, era muy majo y amable, hasta nos invitó a tomar un café aquella tarde, bueno, mejor dicho, me invitó a mí, ya que ignoraba la presencia de Katy...

Aquella tarde, Yoel me invitó a tomar café en el Starbucks del campus, el sitio favorito de la Barbie demoniaca... Yo no era muy fan de Starbucks, a mí me daba igual si mii café llevaba caramelo, canela o lo que le diese la gana, yo lo que necesitaba era cafeína...

Ambos pedimos nuestros cafés y nos sentamos en los sillones del establecimiento, Yoel había traído su carpeta llena de bocetos, dibujos, diseños, etc. Ese chico tenía mucho talento, sus obras eran intensas y muy gráficas algunas veces...

Estuvimos hablando un buen rato, hasta que Yoel tuvo que marcharse para acudir a su clase de pintura barroca... Antes de marcharse, Yoel me invitó a ir a su estudio el día siguiente, tras pensármelo un poco, acepté su propuesta y me despedí de él.

Aquella tarde, cuando volví a casa de las Alphas, todas se habían enterado del numerito de la cafetería de Yoel y de nuestro café en Starbucks, miré a Katy de mala manera, pero dejando claro que no la echaba nada en cara, ella era así y en el fondo en algún momento se lo habría contado al resto...

A la mañana siguiente, quedé con Yoel directamente en su estudio, a un par de manzanas del campus, se encontraba en un edificio antiguo con algunas remodelaciones para adaptarse al mundo electrónico. Subí las escaleras hasta el portal y llamé por el telefonillo al piso que me había indicado Yoel el día anterior, él no tardó en contestar y en abrir la puerta, subí sola por el ascensor y me detuve en la planta de Yoel, al bajar del ascensor, me encontraba directamente en su estudio, un espacio abierto, lleno de esculturas, lienzos y bocetos tirados por todas partes, también había un colchón tirado a una esquina del espacio, en el supuse que dormiría Yoel cuando pasaba mucho tiempo en el estudio.

Yoel me saludó y comenzó a enseñarme sus obras, cada una me parecía aún más increíble, hasta el punto de fascinarme completamente.

Yoel abrió una botella de vino tinto y lo sirvió en dos copas, puso un poco de música desde su pequeño altavoz y estuvimos un rato hablando sobre arte, yo no tenía mucha idea, pero a su vez, me fascinaba.

Una cosa llegó a la otra, y Yoel se lanzó, comenzó a besarme y yo no me aparté, le devolví el beso y comenzamos a dar vueltas sobre el colchón, la ropa comenzó a salir disparada por todas partes, Yoel se puso un condón y se introdujo en mi interior antes de comenzar a moverse de forma descontrolada dentro de mí.

Terminamos un par de minutos después y él se levantó del colchón, buscó uno de sus cuadernos y un lápiz y comenzó a dibujarme, de vez en cuando, me dedicaba una tímida sonrisa antes de volver a centrarse en su dibujo, me lo enseñó y seguidamente cogió un lienzo, un caballete y una paleta y comenzó a pintarme, me pidió que no me moviese. Estuve varios minutos totalmente quieta, después él dio la vuelta al lienzo y me mostró aquel cuadro, Yoel me había dibujado desnuda, cada lunar, cada mínima arruga, todo mi ser estaba en aquel lienzo, mi sonrisa, mi nariz, mis ojos azules y mi largo cabello moreno. Me ruboricé y él me sonrió antes de besarme en los labios.

- Melody Pierce, eres mi musa.

Las palabras de Yoel hicieron que me estremeciese, nunca nadie me había considerado su musa, ni me había dibujado ni pintado, ni mucho menos estando desnuda...

***


No volví a ver a Yoel desde aquel día, no volvió a pisar mi clase, ni le vi por la cafetería.

No me quedó otra opción de presentarme en su estudio para hablar con él y conseguir aquella muestra de ADN...

Me presenté aquella mañana en su estudio, me abrió la puerta y subí por el ascensor, todo igual que aquel día, excepto que cuando las puertas del ascensor se abrieron y vi el estudio de Yoel, me quedé de piedra, Yoel no solo me había dibujado aquel día, su estudio era todo dibujos míos, retratos, esculturas, ya fuese completamente desnuda o no, todo me parecía demasiado, pero intenté tranquilizarme.

Yoel estaba sobre un taburete mientras terminaba de pintar mis desnudas piernas en un lienzo. Se dio la vuelta con la intención de besarme y abrazarme, pero me distancié, entonces se volvió a acercar, y aquello fue como un acto reflejo, mi puño salió disparado hacia su nariz y vi a Yoel en el suelo, le ayudé a levantarle y le limpié la sangre de la nariz, sin antes asegurarme de guardarme aquel pañuelo con su sangre...

Cuando Yoel se encontró bien, me marché de aquel lugar, todo era demasiado, Yoel se había obsesionado conmigo, no era su musa, era su obsesión...

Cuando llegué a casa de las Alphas todavía alterada por lo que había visto, les expliqué todo a las chicas y me dijeron que debía hablar con la policía que aquello no era normal y yo no debía pasar por aquello, no después de lo ocurrido con Oliver...

Emma y Katy se ofrecieron a llamar a la policía y explicarles lo ocurrido. Yo seguía en shock, no me imaginé que algo así podía pasar, pero por lo que las películas me habían enseñado, esa clase de obsesiones no suelen acaba muy bien...

Por lo que quise saber tiempo después, la policía fue al estudio de Yoel y le detuvieron para llevárselo al psiquiatra, al parecer Yoel no estaba muy bien mental ni psicológicamente. El juez aprobó la orden de alejamiento impuesta a Yoel y recé durante muchas noches que mi bebé no fuese hijo suyo...

De la A a la ZWhere stories live. Discover now